DIC 022013 Con la excepción de cortes como ese, la Britney más descarada y ambiciosa, que surgió con fuerza a partir del álbum "In the zone" (2003) y alcanzó su cima creativa en "Blackout" (2007), se toma un respiro y su lugar lo ocupa una versión dulcificada que remite a las baladas de sus primeros discos, como "Don't let me be the last to know". Se trata de un disco de contrastes, en el que sencillos como la suave "Perfume", en el que su voz suena extrañamente más natural, se encuentran con cortes rebosantes de tratamiento de estudio a cargo de Will.i.am, ex integrante de Black Eyed Peas, cuyo sello está muy presente en todo el álbum como productor ejecutivo. Junto con el postrero "Dont cry", "Work bitch" es lo mejor de su trabajo en común, un "grower" (como se suele llamar a los temas que tardan más tiempo en revelarse como éxitos masivos) que aún no ha alcanzando su cima y cuyo auténtica trascendencia no se verá en las listas de ventas sino en las pistas de baile. |