SEP 082018 El tabasqueño regresó a su tierra como presidente electo para reunirse con petroleros, pero entre medios de comunicación, personas que querían saludarlo, otras más que le entregaban documentos y le hacían peticiones, lo apachurraron. Un grupo de hombres le fue abriendo paso, pero no era suficiente. "No lo apachurren, déjenlo pasar", gritaban algunas mujeres desesperadas, mientras el morenista salía del aeropuerto hacia su camioneta. Detrás del presidente electo, David León, su coordinador de logística, hacia lo imposible para que el mar de gente le abriera paso; detrás quedó Rocío Nahle, próxima titular de Energía, que desistió su encomienda para quitar a los seguidores y fans, mejor salió de la multitud ante los empujones y gritos. También su hijo Andrés Manuel López Beltrán y su novia -que viajaron con el presidente electo desde la Ciudad de México-, prefirieron ver de lejos la entrada triunfal y caótica de su padre a su tierra y su agua. El recibimiento que le tenía preparado el gobernador electo de Tabasco, Adán Augusto López, fue rebasado por el caso. Ya en su camioneta, después de la hazaña para llegar hasta ahí, López Obrador todavía fue perseguido por un montón de personas que le aventajan documentos y le ponían pancartas. |