JUL 122012 Miles de personas, entre hombres, mujeres, niños y ancianos, se dieron cita éste mediodía para asistir a la misa de cuerpo presente de los dos comuneros secuestrados y asesinados, posteriormente, como un río humano, los acompañaron hasta su última morada; ahí donde permanecerán por la eternidad abrazos de la tierra que tanto amaron, por la que lucharon y por la que dieron su vida. Rostros de hombres rudos, forjados en el campo y bronceados por el astro rey, mostraban una mueca de impotencia, de saber que los están acabando poco a poco, que van cayendo como cuando cortan un pino y se desploma al suelo, así, como cuando los delincuentes arrasan con el bosque, donde todos se percatan de ello pero, nadie hace algo por evitarlo. A las 13:30 horas salen los féretros de la iglesia del pueblo, son cargados en hombros; la plaza y el templo están abarrotados, otros se irían agregando poco a poco hasta formar un verdadero río humano, impresionante apoyo y solidaridad de los habitantes de ésta comunidad indígena con los dolientes, con sus paisanos, con sus hermanos. El cielo está nublado. Las campanas repican lastimeramente y las notas musicales de la banda "Tormenta" de los hermanos Hurtado, se dejan escuchar mientras poco a poco salen del templo ataúdes y personas para enfilar hacia el panteón municipal. Apenas traspasan el quicio del camposanto, se escuchan llantos de familiares de los asesinados cobardemente, gritos de impotencia exigiendo justicia, otros lloran en silencio y hasta el cielo dejó caer sus lágrimas en los momentos en que los ataúdes son depositados en las fosas, en la tierra, a la que tanto amaron. Una pertinaz lluvia cae pero a nadie amedrenta. Ni la banda de música para de entonar "Te vas ángel mío", mientras los asistentes toman aire, respiran profundo y a muchos, se nos hace un nudo en la garganta al escuchar las notas musicales que acompañan a lo largo del trayecto a los fallecidos. Los ataúdes son cubiertos de tierra lentamente, palada a palada, mientras el cielo sigue llorando y con sus lágrimas moja a los presentes; la banda sigue entonando temas como "Puño de tierra", "El novillo despuntado" o "El penal de la loma", familiares de las víctimas piden a los músicos los temas que más les gustaban a los finados o que les traían recuerdos de ellos. Mientras colocaban flores y coronas sobre el sepulcro, uno de los familiares gritó a los músicos, ¡tóquenle "El muchacho alegre"!, de inmediato la entonaron los de la banda "Tormenta". Han quedado sepultados, ahí permanecerán por siempre, como mudos testigos de la injusticia que impera en la región, de la delincuencia que opera impunemente aquí, de falta de conciencia de los políticos en turno para actuar. Nuestra raza Purhépecha siempre ha sido discriminada; desde hace 500 años en que los españoles trataron de conquistarlos, de vejarlos, asesinarlos y perseguirlos, de inculcarles usos y costumbres ajenos; los gobiernos de México que los han mantenido en la miseria, en el rezago y sin fuentes de empleo. La madera es una de las principales fuentes de ingreso económico para el sostenimiento de la familia, pero lo peor es que han devastado su bosque grupos criminales y ahora quieren acabar con los comuneros, dijeron. |