FEB 102019 En seis años, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Michoacán, han destinado 184 días a realizar paros. Lo anterior, de acuerdo con información de Mexicanos Primero, organización dedicada a evaluar y a impulsar acciones por la educación en el país. El informe de Mexicanos Primero señala que los días destinados a realizar paros de labores por parte de la CNTE en la entidad, equivalen a casi un ciclo escolar -que es de 200 días de clases-. La estadística de la organización no contempla marchas ni paros de 24 o 48 horas, sino solamente de tres o más días, por lo que el número de días destinados a ausentarse del aula podría ser mayor. De acuerdo al informe, durante el ciclo 2012-2013 el magisterio disidente dedicó 39 días a realizar paros; en 2013-2014, 44 días; en 2014-2015, 24 días; el ciclo 2015-2016; 45 días; en 2017-2018, 10 días; y en 2018-2019, 22 días. En lo que va del ciclo escolar 2018-2019, destaca el paro iniciado el pasado 14 de enero por los maestros centistas para exigir el pago de salarios y bonos. A la fecha suman 26 días desde que iniciaron el paro, así como un bloqueo a las vías ferroviarias. Para Mexicanos Primero, el aprendizaje interrumpido, como el que viven los niños michoacanos y de otros estados como Oaxaca y Chiapas -donde tienen mayoritaria presencia de la CNTE- genera problemas de impacto significativo. Entre los impactos destaca el que difícilmente estos niños pueden ponerse al corriente en el plan de estudios, lo que propicia el abandono escolar, trayectorias escolares truncas, afirma la organización. De acuerdo con la Secretaría de Educación en el Estado, en este paro que suma 26 días sólo han sido afectadas el 1% de los 11 mil planteles del nivel básico en la entidad. |
| Analistas |
 Ignacio Martínez ¡Un muerto más! |
 Alejandro Vázquez Cárdenas Conspiranoicos, la psicología de la desconfianza. |
 Julio Santoyo Cambio climático: creer o saber |
 Jorge Álvarez Banderas ¿Democracia universitaria? UMSNH |
 Alejandro Vázquez Cárdenas Fraudes y medicina |
 Julio Santoyo Realidad mata esperanza |
