
MAY 012012 "En los últimos cinco años, la calidad del empleo se ha precarizado y en consecuencia el bienestar de la población ha disminuido, lo que se hace evidente a partir del alza en las cifras de pobreza", indicóJosé Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tec de Monterrey. Al final del sexenio, la creación de empleos formales habrá sido insuficiente para satisfacer necesidades que surgen con el alza de la población y su incorporación al mercado laboral. El déficit de empleos podría llegar a 4 millones de plazas. En tanto, el escenario para las personas empleadas es de constante deterioro en el último lustro en cuanto a las condiciones de contratación y nivel de ingreso. De la Cruz expuso que en el presente sexenio se precarizó el empleo en el país. "El poder adquisitivo de los salarios no se recuperó y hay muchas personas que trabajan pero no tienen seguridad social ni contrato, en tanto la economía informal aumentó de forma exorbitante", comentó. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía(Inegi), muestran que más de 4 millones 293 mil personas estaban subempleadas al cierre de 2011; 1.3 millones más que en 2006, cuando 3 millones de personas requirieron un empleo adicional. La informalidad se aproximó a 14 millones de personas en 2011 y en marzo se situó en 13.75 millones. "El sexenio se quedará con un saldo de insuficiente creación de empleos a la que se agrega la precarización de los empleos que se generaron", añadió De la Cruz. Con la recesión económica de 2008 se perdieron numerosas plazas y se profundizó el deterioro de las condiciones laborales. En 2011, 30 millones 827 de trabajadores no contaban con acceso a servicios de salud y 14 millones 748 mil personas estaban empleadas sin contrato. El poder de compra de los ingresos por el trabajo en México presenta una tendencia de deterioro, desde antes de la recesión. |