ABR 242021 Loo anterior, de acuerdo con cifras del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap). En la entidad el durazno se cultiva en 40 municipios de la geografía estatal, siendo Zinapécuaro, Zitácuaro, Ario, Tacámbaro, Peribán, Pátzcuaro, Maravatío, Uruapan, Nuevo Parangaricutiro y Tingüindin, los que lideran la producción. En el cultivo toman parte mil 411 familias de productores, de las cuales 219 son encabezadas por mujeres jefas de familia y el resto por varones. En los 40 municipio se encuentran cultivadas 3 mil 732 hectáreas. La planta de durazno es un árbol de hasta 6 a 8 metros de altura, caducifolio e inerme. Las hojas son oblongas-lanceoladas o elípticas, acuminadas, cuneadas en la base, aserradas con dientes glandulíferos, glabrescentes, con estípulas caducas denticuladas. Las flores son solitarias o geminadas y con numerosas brácteas. Los sépalos son erectos enteros y los pétalos denticulados en el ápice, de color rosado fuerte. El ovario puede ser pubescente o glabro y el fruto derivado, de 4 a 8 centímetros de diámetro, es una drupa comestible subglobosa con mesocarpo muy carnoso y endocarpo (hueso) profundamente surcado y alveolado con una sola semilla almendroide no comestible, debido a la presencia, aunque en pequeña cantidad, de un precursor del cianuro, la amigdalina: un compuesto de glucosa, benzaldehído y cianuro que, bajo la acción de un fermento (emulsina) se descompone, produciendo ácido cianhídrico, potencialmente mortal. Por tal motivo, su semilla es tóxica. En México, se produce en 26 estados del país, siendo Chihuahua, Michoacán, Puebla y Zacatecas los principales productores. Se tiene una superficie sembrada de 28 mil 842 hectáreas y una producción superior a las 160 mil 663 toneladas. |