ENE 102016 El Papa ha sido breve en su homilía, probablemente para no prolongar la ceremonia consciente de las necesidades de los 26 bebés de pocos meses que estaba por bautizar. Recordó que la transmisión de la fe es como «una cadena» porque la fe se transmite de una generación a otra a lo largo del tiempo. Por eso, pidió a los padres que sigan siendo parte de esta cadena y protejan la fe que el día del bautismo han pedido para sus hijos. Pero no solo eso, también que la hagan crecer en ellos y que la pongan en práctica para que sus hijos la reciban como «la mayor herencia que podréis darles». Después el Santo Padre procedió a bautizar a los 26 bebés, 13 niños y 13 niñas, hijos de los empleados de los diferentes departamentos e instituciones del Vaticano. Uno por uno han ido pasando por la pila bautismal. El Papa ha vertido el agua sobre los pequeños y después, se ha ocupado personalmente de que no se mojaran en exceso retirando el resto con su propia mano en un tierno gesto. |