| OCT 232024 Décadas después de que la Fernandomanía atrajera a generaciones de familias a Chavez Ravine en 1981, Valenzuela seguía siendo un símbolo de esperanza y del sueño americano. Su ascenso a principios de los años 80 ocurrió en un momento en que los latinos y los mexicoamericanos luchaban por encontrar un sentido de pertenencia en medio de debates continuos sobre el sitio donde se había construido el Dodger Stadium y la reforma migratoria. Hasta hace poco, Valenzuela comentaba juegos en las transmisiones radiales en español de los Dodgers, compartiendo su humor con su leal base de fanáticos. Fuera del béisbol, pasaba tiempo con su familia y seres queridos, y se le veía regularmente jugando golf en campos municipales. Durante una serie de entrevistas con MLB.com en el 2021, con motivo del 40mo aniversario de la Fernandomanía, Valenzuela habló del legado que quería dejar. "Sería realmente genial que me recordaran como alguien que siempre trató de dar lo mejor de sí, para que pudieran disfrutar de este hermoso juego", dijo Valenzuela. Valenzuela no buscaba el protagonismo. Pasó en gran parte desapercibido hasta la temporada siguiente a su debut en 1980. Todo cambió en 1981, cuando cautivó a Los Ángeles —y a fanáticos en todo el mundo— al ganar cada una de sus primeras ocho aperturas de la campaña para los Dodgers. Esa racha incluyó siete juegos completos y cinco blanqueadas. Ponchó a 68 bateadores y permitió cuatro carreras limpias en 72 innings para una efectividad de 0.50 durante esa mágica racha. Su desempeño dio origen a la Fernandomanía, un fenómeno cultural que aún resuena entre los aficionados a la pelota. Incluso hoy en día, siguen usando su camiseta con el número 34, comparten historias de verlo lanzar y sintonizan las transmisiones en español para escuchar su análisis El movimiento de Valenzuela sobre la loma —su patada alta y la forma en que miraba al cielo antes de cada pitcheo — sigue siendo una de las mecánicas más distintivas y celebradas en la historia del deporte. Pero él era más que un atleta. Valenzuela rompió barreras y también tendió puentes como una estrella nacida en México para los Dodgers. |