| SEP 102023 Novak Djokovic volvió a agrandar su nombre en la historia del deporte este domingo en Nueva York. El serbio se hizo con la victoria en el US Open al derrotar por 6-3, 7-6(5), 6-3 a Daniil Medvedev y celebró su vigésimo cuarto título de Grand Slam, ampliando a dos la distancia con Rafael Nadal (22) y a cuatro con Roger Federer (20). En consecuencia, el serbio siguió escalando en lo más alto de una eternidad que ya le pertenece: igualó a Margaret Court como los dos únicos jugadores capaces de conseguir 24 copas de Grand Slam. Djokovic, que mañana recuperará el No. 1 del Pepperstone ATP Rankings en favor de Carlos Alcaraz, sumó así su cuarto título en el US Open (2011, 2015, 2018, 2023), y el No. 96 en general en toda su carrera. Por segunda vez en tres años, Djokovic y Medvedev se citaron en la final del US Open. En 2021, Medvedev derrotó a Djokovic por 6-4 6-4 6-4 para impedir que el serbio ganase los cuatro grandes el mismo año. Este domingo, Medvedev salió a la pista para intentar hacerse con su segundo título de Grand Slam en su quinta final. En su décima final del US Open en 17 participaciones en el torneo, Djokovic salió dispuesto a convertirse en el hombre de mayor edad en ganar el torneo en la Era Abierta, superando a Ken Rosewall (35), que ganó en 1970. Djokovic, que posee el récord de la Era Abierta de más finales individuales masculinas del US Open (Djokovic 10, Lendl 8, Sampras 8, Connors 7, Federer 7), había perdido el último precedente con Medvedev este año en las semifinales de Dubái. Aún así, Djokovic dominaba el Lexus ATP Head2Head ante el No. 3 del mundo por 9-5. Djokovic comenzó la final mandando, abriendo terreno ante su rival. Así, el serbio se colocó 3-0 en poco más de 10 minutos, después de romperle el saque a Medvedev y confirmar la ventaja sin pestañear en el Arthur Ashe Stadium. A pesar de los intentos de Medvedev por volver a igualar ese primer set, Djokovic se mantuvo firme, imponiendo su juego desde el fondo de la pista para echarle el lazo a esa primera manga de la final, y poner rumbo hacia el título. Con un Medvedev más entero al saque, la clave que le costó al No. 3 un break en el arranque del cruce que terminó llevándole a perder el primer parcial, Djokovic se encontró peleando de tú a tú, con el marcador igualado. Esa insistencia le llevó a Medvedev a disfrutar de su primera oportunidad de break después de una hora y 40 minutos de final, que Djokovic anuló con una gran volea en la red. Esa perseverancia llevó a Medvedev a tener una bola de set al resto, que le habría permitido empatar la final y dar comienzo a un partido nuevo. Sin embargo, Djokovic resistió, citó a su rival en el desempate y ahí apretó los dientes para hacerse con una segunda manga que duró una hora y 45 minutos, y en la que ambos regalaron un espectáculo increíble que pagaron con una altísima exigencia física. Así, y después de perder el segundo set, Medvedev solicitó tiempo médico para ser atendido en su hombro izquierdo mientras Djokovic se marchaba al baño para intentar recuperarse después del tremendo esfuerzo realizado para acercarse al título de campeón. Con todo de cara, Djokovic logró inclinar la balanza en el arranque del tercer set, celebrando un break tempranero para colocarse 3-1 y enfilar el camino hacia las puertas del triunfo. Sin querer tirar la toalla, resistiéndose a marcharse derrotado, Medvedev le devolvió inmediatamente el quiebre, pero Djokovic volvió a hacerle un break (4-2) que esta vez resultó definitivo para conseguir el ansiado triunfo. Djokovic acabó el partido con un 81% de puntos ganados con primer saque, 20 de 22 puntos conquistados en la red y 38 golpes ganadores (por 35 errores no forzados), los números de una victoria en tres horas y 17 minutos ante Medvedev. Así, un día más, Djokovic escribió con letras de oro otra página de su historia en el mundo del tenis, aunque también en el del deporte. El serbio es un atleta impecable e infinito. |