AGO 062013 "De joven era un golfo. Pero incluso hoy sigo flirteando. El flirteo nunca lo he dejado en mi vida. Antes iba de ciudad en ciudad ligando. He tenido tantos besos gratis en mi vida. Ahora lo sigo haciendo pero es un flirteo pasivo mientras que en el pasado era activo. [El flirteo pasivo] es una maravilla, es la pura seducción, que es algo precioso incluso aunque no se busque nada de la otra persona", explicó la estrella de la música en una entrevista a la emisora W Radio. Aunque sigue exhibiendo su energética personalidad, Julio ha tenido que enfrentarse al difícil paso de los años y al envejecimiento físico y vocal, algo que no ha minado ni un ápice de su carácter seductor, pero que le ha obligado a modificar su estilo de vida y someterse a un estricto programa diario de cuidados: todo con el fin de no descuidar a su público. "Tengo una vida disciplinada, casi masoquista. Cualquier esfuerzo me parece perfecto si tiene un fin, que es llegar bien a mi vida profesional. Como menos para no engordar, bebo menos vino para no emborracharme, duermo más para cuidar la voz, tomo más vitaminas. A mi edad, si no te quieres un poco más, te descuidas y tu público también te descuida", confesó. Estos esfuerzos para mantenerse en la mejor forma posible podrían responder a su voluntad por permanecer activo en una industria musical donde la competitividad cada vez es más intensa. A su juicio, los concursos televisivos de talentos han hecho que se dispare el número de jóvenes promesas de la canción, ambiciosos vocalistas que, en el caso de haber competido con el Julio de sus primeros años de carrera musical, relegarían al veterano intérprete al olvido. "Si yo tuviera que nacer hoy como artista, estaría ya borrado del mapa. Si hubiese tenido que pasar por un programa como "La Voz", no habría pasado ni el primer examen, me hubieran expulsado a la primera, habría sido terrible. Me dan envidia esos jóvenes que ven que se encienden tantas luces de golpe, tienen un talento tremendo", admitió el aclamado artista. Fue precisamente su férrea voluntad la que permitió a Julio Iglesias paliar sus deficiencias vocales iniciales y forjar una triunfadora carrera en el mundo de la canción. "Yo era un hombre de imposibles. Yo aprendí a cantar, tenía buen oído pero era terrible cantando. Y de ahí pasé a cantar con [Frank] Sinatra o con [Andrea] Bocelli. La voluntad hizo que lo consiguiera. Me puedo pasar 16 horas diarias en el estudio, es la voluntad la que ha marcado mi carrera", se sinceró. |