AGO 022012 Los tres agentes de la Policía Ministerial que este jueves fueron liberados tras permanecer privados de la libertad por indígenas de la comunidad El Ceresito por casi 24 horas, dijeron que sus captores los torturaron e incluso los amenazaban con prenderles fuego, en venganza por la muerte a manos supuestamente de militares, de uno de los pobladores pero, también les robaron sus teléfonos celulares, dinero y otras pertenencias, aparte de las armas de fuego, credenciales oficiales de sus trabajos y la patrulla en la que viajaban. Noé Gutiérrez Salazar, Carlos Luis Morán García y Javier Reyes Torres, entrevistados por este medio explicaron la forma en que fueron tratados, señalando, "Desde que nos interceptaron en la carretera nos empezaron a agredir físicamente, aparte de despojarnos de nuestras armas de cargo y artículos personales, como es carteras e identificaciones, ya llegando ahí a la plaza o al lugar de donde era originaria la persona muerta por la cual nosotros estábamos ahí retenidos, en cuestión de venganza porque supuestamente los soldados habían matado a una persona, por eso nos habían retenido para lincharnos y para quemarnos". Agregaron los agentes que, "entonces al momento en que arribamos a la plaza, cuando descendemos de la camioneta nos empiezan a golpear, a mi me rodearon hombres mujeres y niños, todo nos quitaron, por cierto yo traía una computadora nueva que acaba de comprar el domingo y se la robaron, nos dejaron en la calle, sin agujetas y sin cinturón, todo nos quitaron absolutamente, todo, todo, todo", señaló Carlos Luis Morán García. Mientras tanto, Javier Reyes Torres explicó que, en caso de que ellos hubieran golpeado a algún ciudadano, habrían pagado caras las consecuencias, primeramente siendo denunciados penalmente y después en Visitaduría de la Procuraduría de Justicia, más aparte en la Comisión Estatal de derechos Humanos, sin embargo, en este caso ellos fueron las víctimas y una vez que declararon ante el representante social competente pidieron que se tomara como denuncia para que no haya impunidad con sus agresores, toda vez que la Ley es muy clara y debe ser pareja para todos. Asimismo, el agente Noé Gutiérrez Salazar apuntó que, "A mi me golpearon con un palo y luego nos encerraron en un cuarto en lo que creemos que es la jefatura de tenencia, en donde nos estuvieron golpeando y donde además nos despojaron de nuestras pertenencias". Cabe señalar, que los tres elementos mostraron las huellas de las golpizas a este medio, por lo que existen claras evidencias del viacrucis que tuvieron que vivir en manos de los indígenas de El Ceresito. |