SEP 292019 Para el especialista en cine, al cantante se le reconoce por su importancia en el escenario musical y aunque tuvo participación en el séptimo arte, fue efímera y poco destacada, "que fuera una gran estrella de la música mexicana le abrió esa puerta". Su aportación se da en una época en la que Televisa tenía mucha intervención cinematográfica y a muchas de sus estrellas destacadas les hizo alguna película. El llamado Príncipe de la Canción tuvo siete participaciones en películas nacionales: Un sueño de amor (1972), Buscando una sonrisa (1972), La carrera del millón (1974), Siempre en domingo, La película (1984), Gavilán o paloma (1985), Sabor a mi (1988) y Perdóname todo (1995), de las cuales "la más destacada fue su película biográfica Gavilán o Paloma", señala Cruz Quintana. Para el académico, la importancia del intérprete deriva de su historia de vida, "es muy próxima a lo que diariamente viven los mexicanos: alcoholismo, problemas maritales, además muestra a una persona que sale desde abajo y triunfa, esas son historias que gustan mucho en la cultura popular". Sin lugar a duda, fue un intérprete con una voz excepcional, de ahí fue construyendo su trayectoria, "los rangos de voz que alcanzaba lo hicieron la estrella que fue", de hecho, el 15 de marzo se cumplieron 48 años de su participación en el II Festival de la Canción Latina de 1970 (predecesora del Festival OTI). José José tenía tan solo 22 años cuando interpretó el tema El triste, de Roberto Cantoral, en el extinto Teatro Ferrocarrilero de la Ciudad de México, donde obtuvo el tercer lugar. Hoy en día se podría hacer una revisión minuciosa del contenido de las canciones de José José, que daría cuenta de una desfavorable representación de género hacia la mujer, pero "retaría a cualquier mexicano a afirmar que no las conoce y darse cuenta que su capacidad histriónica no era la misma que su capacidad vocal", finalizó Cruz Quintana. |