AGO 212018 También hubo espacio para la cortesía institucional, cuando ambos presentaron a cada uno de los integrantes de sus gabinetes, en un gesto inimaginable para muchos todavía hasta hace poco. Es parte de lo que López Obrador definiría luego, en la conferencia de prensa, como tiempos de cambio, y para el presidente Peña el inicio de un proceso de transición en un clima de respeto y cordialidad. Lo inusual de la cita se refrendó cuando, una vez en el patio de honor, con atriles exactamente iguales, al lado de ambos se instalaron los gabinetes. Por supuesto la curiosidad se dirigía sobre todo hacia quienes entrarán en funciones a partir del primero de diciembre. Esta vez además porque entre ellos había dos cuyo nombramiento ?trascendió? se formalizará apenas hoy a las 11 horas y que serán parte del equipo de la Presidencia: Lázaro Cárdenas Batel, ex gobernador de Michoacán, como coordinador de asesores de López Obrador, y Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de Comunicación Social. Cárdenas Batel acompañó a López Obrador en el trayecto de la casa de transición a Palacio Nacional. Como es usual, el presidente electo iba en el lugar del copiloto del Jetta blanco. Y esta vez, además de César Yáñez, que será el coordinador de logística de la Presidencia, en el asiento posterior iba el nieto del general e hijo del ingeniero. Ayer, y como ha sido el sello impuesto por el Estado Mayor Presidencial, también se dispusieron al frente cuatro hileras de sillas para los invitados especiales, que en realidad son siempre empleados de Palacio Nacional, encargados de los aplausos. La primera pregunta se enfocó en el retorno de Elba Esther Gordillo, y López Obrador dejó que Peña Nieto respondiera antes. La divergencia en temas como el anuncio de la cancelación de la reforma educativa no afectó la cordialidad que, definieron, marcó el tercer encuentro en Palacio Nacional. Con información de La Jornada |