JUL 292013 A preguntas del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, Luis Aláez, reconoció que se despistó y que no sabía ni en qué tramo de la vía se encontraba. Una de las primeras diligencias ordenadas por el juez ha sido estudiar el tráfico de llamadas de su teléfono móvil por si ésta pudiera haber sido la causa de su falta de atención. El conductor, muy abatido, respondió al magistrado casi con monosílabos y admitió también que sí frenó, pero sólo en el último momento, cuando ya era imposible evitar el descarrilamiento del convoy. El juez Aláez dejó la noche del domingo, poco antes de las diez, en libertad con cargos a Garzón Amo, el maquinista del Alvia que descarriló el miércoles en Santiago, tras tomarle declaración e imputarlo en la causa. El juez decretó la inhabilitación profesional del maquinista, le retiró el pasaporte y le impuso la obligación de comparecer semanalmente en sede judicial como medidas cautelares. El conductor pasó ayer a las 18.20 horas a disposición judicial poco antes de que se cumplieran las 72 horas de su detención. La Policía le trasladó en un coche con los cristales traseros tintados, que fue escoltado por un furgón policial y un vehículo camuflado. La imagen captada por los fotógrafos era la de un hombre abatido, oculto tras unas gafas negras y esposado. La Brigada de Policía Judicial de Santiago entregó al juez un atestado preliminar en el que se recogen como causas del accidente el exceso de velocidad y un posible despiste del conductor, según ha podido saber ABC. Estas diligencias están sustentadas, en parte, en la propia grabación de las llamadas que el maquinista realizó al centro 24 horas de Adif en las que admitió que conducía a 190 km/h en lugar de a 80 como marca ese tramo. En la primera medición que se realizó (provisional), en función de cómo se produjo el descarrilamiento, cómo quedó el convoy, etc... se concluyó que circulaba a 180, según las fuentes consultadas. |