ABR 212018 En el marco la Expo Fiesta Michoacán 2018, a celebrarse del 27 de abril al 20 de mayo, los Pueblos Mágicos Michoacanos mostrarán su cultura, artesanía y sus atractivos turísticos a los asistentes al máximo escaparate. A través de los ocho Pueblos Mágicos, la Expo Fiesta expondrá a los visitantes experiencias sorprendentes, ya que, se les proporcionará información sobre su historia, cultura, gastronomía, arquitectura, minas y naturaleza pródiga de: Angangueo, Cuitzeo, Jiquilpan, Pátzcuaro, Santa Clara del Cobre, Tacámbaro, Tlalpujahua y Tzintzuntzan. Pátzcuaro con 500 años de historia, lugar extraordinario de calles empedradas, casas señoriales, plazas arboladas y portales siempre concurridos con sus nieves de pasta; el pueblo mágico minero de Angangueo, enclavado en una barranca, serpentea entre cerros boscosos, las montañas que lo rodean son el refugio invernal de millones de mariposas monarca, que pueden visitarse desde los santuarios de Sierra Chincua y El Rosario y, en sus entrañas, las montañas guardan celosas un preciado mineral. Cuitzeo a orillas del lago, un pueblo que fue misión y hoy es mágico, ahí los purépechas se asentaron en la ribera norte del lago de Cuitzeo y, en 1549 los agustinos eligieron Cuitzeo para ubicar el convento desde el cual emprenderían la evangelización de esta región. Jiquilpan, un pueblo que se cubre de un velo azul cuando las jacarandas florecen, pueblo apasionado por el arte que está presente en cada rincón del Pueblo Mágico de Jiquilpan: en los talleres de seda y artesanías, en la música, en la gastronomía. También en los sorprendentes magiscopios de Feliciano Béjar o en las paredes de la Biblioteca, con impresionantes murales del gran maestro José Clemente Orozco. En Santa Clara el cobre es un estilo de vida. Ya los purépechas trabajaban el cobre antes de la colonia, fabricando joyas, máscaras y ollas. Durante la época colonial, Santa Clara era reconocida por la calidad del trabajo de sus artesanos. El cobre de este Pueblo Mágico se hizo universal cuando se transformó en pebetero para los Juegos Olímpicos de México de 1968. Tacámbaro presume de temperatura perfecta, ubicado entre las montañas y Tierra Caliente, la brisa fresca y el viento cálido se alterna, bailan y se mezclan. Aguacate, zarzamora y caña de azúcar son tradicionales ahí. En el entorno del pueblo, cascadas como la del Arroyo Frío con su caudalosa e impresionante caída y lagunas como La Alberca ofrecen mil posibilidades para un día en naturaleza. Tlalpujahua, es un pequeño pueblo de pasado minero; en lo alto del pueblo se encuentra la impresionante estampa de la Parroquia de San Pedro y San Pablo contrasta en su esplendor barroco con la sobriedad de San Francisco, el primer templo del pueblo, en su parte baja. Tzintzuntzan, se convirtió en la primera ciudad de Michoacán y fue, brevemente, sede episcopal. Del esplendor de la época prehispánica quedan las imponentes Yácatas, restos del centro ceremonial de una cultura que desde el s. XII dominaba estas tierras. |