ENE 222013 Este sitio -localizado a 170 kilómetros de los santuarios conocidos, en el municipio de San Miguel Atlautla en el Estado de México, cerca de los volcanes Popo e Izta- no es nuevo, pues los investigadores del hábitat de la mariposa habían reportado su presencia desde los años 80. Los pobladores de la localidad la han avistado por generaciones y al menos desde hace 12 años trabajan en pro de su conservación. Pero el anuncio realizado a fines de 2012 por la secretaria de Turismo estatal, Rosalinda Benítez, de que se alistan más investigaciones en el lugar, estimuló el interés del público. La funcionara informó que la Comisión de Parques Naturales y Fauna en la entidad realizaría los estudios. Al respecto, el biólogo Eduardo Rendón Salinas, coordinador del Programa de la Monarca del Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund) en su sede México aseguró que la dispersión de estos insectos en la zona está bien documentada desde hace al menos tres décadas: "Bill Calvert y Lincoln Brower escribieron en 1986 un artículo acerca de la localización de las zonas de hibernación de la Monarca en México al pie del Popo y el Izta, que es esta colonia a la que nos referimos", expresó. Tomás Bautista Soto, poblador de San Miguel Atlautla y vigilante y guía de la zona comunal donde se asienta la colonia, conocida como "Joya rendonda", comentó que ésta abarca en total una hectárea, pero la que ocupa la mariposa se limita a entre 12 o 15 árboles, aunque ha habido variaciones en años recientes. SE RESGUARDAN EN OTRO "HOGAR" Rendón Salinas reitera que este santuario cercano a los volcanes se ha reportado desde que se descubrió la hibernación de la Monarca en México; "pero cuando se definieron las categorías de protección (con leyes ambientales, desde 1986) con una superficie definida se optó por proteger las colonias que se consideraban más importantes". El académico explica que la dispersión de estos insectos hacia regiones donde prevalecen condiciones de temperatura, altitud y humedad distintas a las de los santuarios "tradicionales" obedece a la transferencia de genes, que le permite a la mariposa conservarse como especie. "Toda esta migración de las mariposas no sólo es para hibernar, sino para comunicarse genéticamente con las poblaciones locales. La especie (su nombre científico es Danaus plexippus) lo hace para no aislarse ni geográfica, ni reproductiva ni genéticamente. Esto está plenamente comprobado", añadió Rendón. Aclara que mientras en EU y Canadá se ha observado el impacto del cambio climático en la reproducción de la mariposa, en México este efecto aún no es claro: "hablar de cambios en las condiciones forestales en la región de la Monarca sería muy aventurado. No tenemos datos climáticos de todos los años que hemos hecho monitoreo y tendriamos que sistematizarlos". "Lo que sí podemos decir es que una de las amenazas más fuertes a las que se enfrenta la Monarca es la llegada de tormentas invernales, que cuando son muy fuertes terminan en nevadas. Estos momentos climáticos sí son importantes en términos de mortalidad de la mariposa". LOGRAN CONTROLAR DEFORESTACIÓN La organización WWF México informó que desde la constitución de la reserva de la biosfera de la mariposa en el año 2000 (que a la fecha abarca más de 56 mil 259 hectáreas en Michoacán y Estado de México) no se detectaron actividades de tala ilegal en la zona núcleo, limitada a 13 mil 500 hectáreas en las cumbres de las montañas. "En la temporada pasada (2010-2011) la tala ilegal en la zona núcleo disminuyó 69.23% con respecto a 2009-2010, al pasar de 1.56 a sólo 0.48 hectáreas afectadas", especificó la fundación en un comunicado donde aclaró que hubo degradación en casi 21 hectáreas de esos bosques ocasionada por sequía, plagas y labores de saneamiento. "Es muy afortunado que la tala clandestina a gran escala que realizan las bandas organizadas haya desaparecido. Esto es un gran logro, pero también un reto perque esa condición se debe mantener mediante el trabajo de gestión con los dueños de ejidos y comunidades y en coordinación con los tres niveles de gobierno", comentó Rendón. El biólogo considera que esta pequeña colonia podría acogerse a la protección federal, en virtud de los decretos de la Secretaría del Medio Ambiente publicados originalmente en 1986 y que luego condujeron a la constitución de la actual reserva de la biosfera en Michoacán y México. Adelantó que de acuerdo con los estudios que se realicen en la zona y en concordancia con el Plan de Manejo Integral que ya tienen los comuneros de Atlautla y los programas de la Comisión de Parques Naturales y Fauna en el Estado de México, se buscará promover un turismo integral que incluso podría hacerse selectivo para evitar la dispersión de la colonia, pues la presencia masiva de seres humanos produce dióxido de carbono que podría ahuyentarlas. "Tratamos de preservar la zona, porque desde 2007 no hemos tenido aprovechamiento forestal, que es de donde podríamos obtener recursos", señaló otro de los pobladores de San Miguel Atlautla, Mario Jorge Adaya, quien precisó que han hecho labores de limpieza y acondicionamiento de caminos en el lugar, pero que aún no cuentan con la infraestructura necesaria, como casetas de vigilancia, para recibir a los turistas. |