FEB 262024 Eso quiere decir que las y los estudiantes han recibido menos recursos en términos reales, en comparación con 2015, año en el que se aprobó el presupuesto más alto para educación. El beneficio de la democracia y las votaciones libres para los países y sus habitantes es indiscutible y México invierte en lo que es importante como la democracia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) 2020, para 8 de cada 10 personas el voto sirve para que haya un mejor gobierno y 88.7% está de acuerdo en que se necesita un gobierno en donde todos participen en la toma de decisiones. Sin embargo, no todo lo que importa a las y los mexicanos tiene la misma respuesta del Estado, pues aunque la educación, que atiende a 24 millones 93 mil 801 estudiantes en educación básica y 5 millones 540 mil 108 alumnos en media superior, es un derecho habilitante y tiene la responsabilidad del futuro de millones de personas, el aumento al presupuesto está estancado y no permite que las escuelas públicas cuenten con infraestructura y servicios básicos para que sus estudiantes puedan aprender en óptimas condiciones. Por ejemplo, en la distribución del presupuesto en 2023, se destinó 82.1% a servicios personales, 0.3% a formación docente, 0.1% para evaluación, 0.7% en libros, 5.7% en becas, 0.7% en asesoría y acompañamiento, 6.5% en Infraestructura y 4% en gasto corriente y de operación. Un presupuesto paralizado y sin incremento impide que exista mayor inversión para resolver necesidades de infraestructura básica (agua, luz y sanitarios), tecnología (internet y computadoras de uso pedagógico) y formación continua de docentes, que son condiciones mínimas para que una o un estudiante pueda aprender en su escuela. De acuerdo con los últimos datos proporcionados por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) del ciclo escolar 2021-2022, 35.4% de las escuelas en nivel preescolar no contaban con servicios básicos completos (electricidad, agua potable, servicio de lavado de manos y sanitarios); 35.9% de las primarias, 32.9% de secundarias y 36.8% de los planteles en nivel medio superior tampoco tenían los servicios completos. En formación docente, por dar otro ejemplo, el presupuesto otorgado para 2024 a cada maestra y maestro para su formación continua (para que se actualice y cuente con más y mejores herramientas para su desempeño en el aula) es de tan solo 96 pesos al año. Si el presupuesto educativo contemplara incrementos como los que se dan para fortalecer a la democracia, se podrían cubrir las necesidades básicas en cada plantel y se permitiría a cada estudiante contar con los mínimos indispensables para estar y aprender en su escuela. Es por ello que desde Mexicanos Primero buscaremos que cada candidata y candidato tenga presente la importancia de la educación y que consideren que, para atender a las necesidades de las escuelas, se necesita un incremento en el presupuesto. Les invitaremos a priorizar acciones para un cambio real en beneficio de millones de estudiantes que tienen derecho a ir y aprender en escuelas con infraestructura básica, tecnología y con docentes formados en cada aula. Como país aún estamos lejos de garantizar lo básico para que todas las niñas, niños y jóvenes no sólo se sientan seguros en sus escuelas, sino que aprendan en ellas. Seguiremos investigando y difundiendo nuestros hallazgos para que el voto sea por la educación y para que las y el candidato a la presidencia de la República formulen propuestas que permitan sacar del estancamiento al sistema educativo mexicano; solo así se podrá avanzar en el cumplimiento del derecho a aprender de cada estudiante. |