MAR 122023 Al General Luis Cresencio Sandoval González, secretario de Defensa. Al Almirante Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina. Soy militar, sí, pero no soy cualquier militar. Soy aquel adolescente que con 15 años de edad entro con el corazón lleno de emoción y orgullo a la Heroica Escuela Naval, soy ese cadete del Heroico Colegio Militar que canto el himno de la institución durante los desfiles debajo de la lluvia. Soy el Teniente que no pudo presenciar el nacimiento de su hijo por estar en comisión del servicio. Soy el soldado que se enteró de la muerte de su madre después de dos meses por estar aislado en la sierra. Soy el médico que sostuvo la cabeza del amigo que fue herido en combate. Soy el Capitán que pasa semanas navegando lejos de su familia. Soy el comandante que entrena a su personal con máximo rigor y soy la enfermera que limpia las heridas de las Fuerzas Especiales. Soy aquel militar que en tiempos tranquilos es ignorado, pero en tiempos de urgencia o desastre es convocado. También soy el Marino que, después de 30 años de servicio, fue comisionado a la "Guardia Nacional (GN)", aquel Capitán de Caballería que no fue consultado si quería pertenecer a GN, soy ese militar, el que cumple órdenes, el que debe esconderse en la cobardía del anonimato para escribir estas líneas y no ser perjudicado, pero que entrega su vida y su trabajo por su país, soy ese militar que NO tiene Derechos Humanos, pero que en medio de la batalla debe respetarlos o ser enjuiciado. Soy el que soñó con ser de la Naval y terminó de policía, soy ese Fusilero Paracaidista que no tiene libertad de expresión. El oficial de transmisiones que no recibe equipo, presupuesto o siquiera raciones suficientes mientras diputados y senadores llenan sus bolsillos. Aquel maestre que cubre cinco puestos porque no hay suficiente personal. El subteniente que hace guardias al uno por uno. Soy el militar que Usted, señor Presidente usa a su antojo cada vez que su política genera un problema que después no sabe resolver, soy el que cuida instalaciones estratégicas, el que pelea con huachicoleros, soy el piloto y el administrador que ahora administrarán bajo sus órdenes un aeropuerto. Soy el del Servicio de Sanidad que ahora es responsable de resolver la crisis de salud cuando ya es demasiado tarde. También soy el militar que recientemente vio a su familia peligrar por causa de la Familia del Chapo Guzmán, a quienes usted ofrece ahora ayuda humanitaria. Soy cada hombre y mujer que pertenece a las Fuerzas Armadas, a las que usted desprecia, pero que siguen en pie de guerra por cada mexicano. Soy el que ya esta cansado de ver su institución hundirse bajo su prepotencia y deshonestidad con la ayuda de la soberbia de los secretarios, que, como se ha visto, anteponen sus ambiciones de poder al bienestar de sus subordinados y de la nación. Ya nos cansamos señor Presidente, estamos hartos. México no merece esto, las Fuerzas Armadas no lo merecemos. Así que decimos. ¡¡¡YA BASTA!!! Yo soy ese militar, que siempre está listo para la batalla. |