DIC 162012 En un mensaje a la nación en una vigilia en una escuela del poblado de Newtown, el mandatario dijo que buscará comprometer a los ciudadanos y a los funcionarios de Salud en un esfuerzo para evitar que ocurran tragedias como ésta. Señaló que desde que es presidente es la cuarta vez que ha tenido que unirse a comunidades para dar alivio "por tiroteos masivos". "Es la cuarta vez que tenemos sobrevivientes y la cuarta vez que consolamos a familias de víctimas", dijo. "En las próximas semanas voy a utilizar cada poder que tengo en un esfuerzo para prevenir más tragedias como estas", indicó al señalar que "no estamos haciendo los suficiente" y que Estados Unidos "debe cambiar para evitar más tragedias como esta". En un mensaje en el que ofreció "el amor y las oraciones del país" y en el que leyó los nombres de cada una de las víctimas, el mandatario dijo que Estados Unidos tiene la obligación de cuidar de sus niños. Y "si no podemos hacerlo bien, no podemos hacer nada bien, ¿cómo podemos decir, como país, que estamos cumpliendo nuestras obligaciones?", planteó. Admitió que hay "causas complejas" de la violencia en Estados Unidos" e insistió en que "no podemos aceptar como rutinarios acontecimientos como éste". El presidente aseveró que el mundo ha sufrido una conmoción y dijo que ahora "hemos abrazado más a nuestros hijos y ustedes deben saber que cualquier medida que podamos hacer para mejorar las cosas, lo haremos". Muchas familias acudieron con niños pequeños, que llevaban en su mayor parte muñecos de peluche. La atmósfera estaba muy cargada, con muchos adultos enjugándose lágrimas y un ambiente general de tristeza y pesadumbre. Antes de la ceremonia, muchos asistentes se abrazaron y se consolaron entre sí, puesto que en esta ciudad de 27 mil habitantes prácticamente todos conocían a alguna de las víctimas. Desde el tiroteo del viernes, en el que Adam Lanza, de 20 años, mató a su madre y luego se dirigió a la escuela para perpetrar la matanza antes de suicidarse, han surgido numerosas peticiones para que la Casa Blanca encabece un nuevo intento por controlar la venta de armas en este país. |