JUN 072016 Sin embargo, los encargados de dar a conocer las noticias, son quienes mayores violaciones sufren al no gozar de este derecho a plenitud, mucho menos seguridad social y personal. Norberto Domínguez, reportero del Canal de Michoacán, fue la última víctima en el estado en sufrir una agresión. Y es que el pasado viernes 03 de junio, sufrió el robo de su teléfono celular por parte de un integrante de los grupos sociales que exigen el respeto a sus derechos. En los cinco años de desempeñar su labor, es la primera vez que sufre una agresión. "En los cinco años que llevo de experiencia, es la primera vez que soy víctima de ser agredido por parte de organizaciones sociales. Previo a esta celebración se me arrebató un celular en una manifestación. Creo que eso es lo que impide la libertad de prensa. Espero que no se generalice. Hoy fue un celular, mañana puede ser una cámara u otro tipo de agresión, y el llamado a los grupos sociales a respetar nuestra labor para evitar que el día de mañana sea algo más grave", comentó. Si bien dijo, a las autoridades no se les pide un trato especial por ser periodistas, es necesario que legislen a favor de esta labor que carece de muchas otras garantías. En el quehacer diario, los reporteros, fotógrafos y camarógrafos, son quienes se enfrentan a situaciones que ponen en riesgo incluso su vida. Hay algunos que, afortunadamente, han brincado la barrera de ser ?reportero de campo' para ser parte de los informadores institucionales. En ese ambiente, tienen la responsabilidad de defender a sus compañeros, profesionales de la comunicación. Otros más, han logrado catapultar su trayectoria a las "grandes ligas". Tal es el caso de Adán García, reportero corresponsal del diario Reforma, quien ha vivido las situaciones más críticas en el estado, en la época en que reinaba el crimen organizado. Pero esta labor, no solo amenaza la integridad de los comunicadores, sino de todos aquellos que los rodean, familiares y amigos. "En diferentes momentos y ocasiones, me he sentido amenazado, he visto en riesgo la integridad mía y de mi familia. En alguna ocasión aparecieron unas narco mantas donde se quejaban de alguna nota que habíamos publicado en grupo Reforma, donde hacíamos mención de uno de sus líderes, Nazario Moreno. Se comunicó conmigo personal de Artículo 19 para alertarme, porque ellos veían en esas mantas un mensaje por el trabajo que habíamos realizado. Me pidieron tomar algunas precauciones. Recibí llamadas de números telefónicos e intimidaciones directas que me obligaron a salir de casa por casi una semana, entre lo que bajaban las amenazas", señaló. Con este tipo de coberturas, se vuelve necesaria la aplicación de protocolos de seguridad para los comunicadores, sobre todo, la protección de la identidad. Hoy, en el marco del día de la Libertad de Expresión, es necesario escuchar la voz de los que les dan voz a los demás. Ellos, que defienden el derecho de terceros, por encima del propio. |