
NOV 132012 Dos hijos del director de Seguridad Pública de este municipio, fueron detenidos por la Policía Federal (PF) luego de que comuneros de Paramuén los acusaran de disparar a quemarropa contra varias personas que asistieron a una boda en el poblado de Cungo, en esta demarcación, atentado que culminó con cuatro muertos y nueve heridos. Asimismo, fueron también arrestados el mismo titular de Seguridad Pública, un comandante de turno y tres elementos de Protección Civil Municipal; todos ellos posteriormente fueron liberados por falta de pruebas, luego de presentar su declaración ministerial. Cabe mencionar que de las cuatro personas fallecidas, tres que eran trasladadas aún con vida en una camioneta particular para que recibieran atención médica en Pátzcuaro, fueron interceptadas por un comando de pistoleros, quienes tras verlas malheridas las remataron ante la presencia de paramédicos locales que les brindaban los primeros auxilios, a quienes los gatilleros dejaron ir, al igual que a unos policías que escoltaban dicho automotor. Todo comenzó cerca de las 22:30 horas del pasado lunes, una boda se celebraba en el salón de eventos especiales Doña Rebe, ubicado en Cungo, el ambiente parecía tranquilo, los parroquianos bailaban al son de la música, mientras que otros se embriagaban y convivían al lado de los novios. Sin embargo, trascendió en fuentes allegadas a la PF que en un momento determinado a la fiesta llegaron dos personas, a quienes algunos de los asistentes identificaron como los hijos del comandante de la Policía de esta población, mismos que estaban armados con dos pistolas, las cuales detonaron en repetidas ocasiones en contra de un hombre que estaba en una de las mesas del lugar, pero inexplicablemente también tirotearon al público presente para después huir del sitio. A consecuencia de esto, en dicho inmueble quedaron 13 personas lesionadas de bala, once hombres y dos mujeres. Fue así que uno de los heridos, de nombre José Cruz García, de 34 años de edad fue auxiliado por la joven Guadalupe Bermúdez Ornelas, de 15 años, quien también iba lesionada de la clavícula en el lado derecho, pero que condujo una camioneta Mazda, color gris, con placas MV66897, con la intención de llegar a un sanatorio de Pátzcuaro, pero desafortunadamente antes de esto José Cruz pereció en el camino, justo en el lugar conocido como Vista Bella, también ubicado en este municipio, mientras que socorristas de Pátzcuaro ayudaron a Guadalupe y luego de estabilizarla la canalizaron al Hospital Civil de esa localidad, donde quedó internada. Igualmente, tres muchachos que también habían sido baleados en el salón antes referido, eran trasladados en una camioneta Ford, F150, color blanco, con láminas NM82112 y escoltados por la patrulla 03772 de Seguridad Pública, pero la ambulancia PCM02 de PC de Pátzcuaro los vio y los apoyó en la ranchería de Casas Blancas, localizada en esta demarcación. No obstante, cuando los jóvenes recibían atención prehospitalaria fueron ejecutados por unos gatilleros, quedando muertos dos de ellos a bordo de la unidad de emergencias, uno de los cuales fue reconocido como Martín Manuel Patiño Bermúdez, de 15 años de edad, originario y vecino de Picuarempo, en tanto el otro está en calidad de desconocido, quien era de tez morena clara, de 1.70 metros de estatura y de entre 20 y 23 años de edad; persona que vestía un pantalón de mezclilla color azul, una camisa negra a rayas y unas botas vaqueras color miel. El tercer de los victimados quedó en la caja de la Ford, cuya media filiación era de tez morena clara, de 30 años de edad aproximadamente, de complexión robusta, de pelo negro, corto y lacio y de 1.72 metros de estatura; sujeto que traía una playera color azul de manga larga, un pantalón de mezclilla azul y unos tenis negros, sin que hasta el momento se conozca el porqué los asesinaron de esta manera. Luego de esta acción, los pistoleros permitieron que los policías y los paramédicos se retiraran, pero balearon las llantas de la unidad de la Policía, la cual quedó abandonada en el sitio al igual que la ambulancia. Además, fueron trasladados a hospitales de Ario de Rosales, los hermanos Román y Julián Girón Negra, de 18 y 27 años, Genaro Orozco Velázquez, de 25, Alejandro Mendoza Jiménez, de 15 y los gemelos Eduardo y Abraham Bermúdez Cruz, ambos de 18 años. A más de esto, en Pátzcuaro quedaron en el área de urgencias Francisco Maurilio Ornelas Bermúdez, de 22 años y María Elene Juárez Mendoza, de 17 años. Por toda esta situación y porque algunas personas que atestiguaron los hechos, supuestamente identificaron a los dos hijos del director de seguridad pública como los autores materiales y responsables de la balacera, fue que al menos 50 comuneros de Paramuén se organizaron y fueron por estas dos personas hasta su domicilio, el cual intentaron quemar y pretendían linchar a los supuestos hechores, pero en ese instante llegaron 30 policías federales en ocho patrullas y los lugareños se los entregaron para que "hicieran justicia", según dijeron. Allí también fueron aprehendidos el mismo titular de Seguridad Pública, uno de sus comandantes de turno y tres paramédicos adscritos a su dependencia. De esta forma, tanto el mando policiaco como sus descendientes y sus cuatro subordinados quedaron a disposición del agente del Ministerio Público, quien les tomó su declaración ministerial y debido a la falta de pruebas en su contra los dejó libres. Horas después también fueron declaradas otras ocho personas que asistieron a la boda, de acuerdo con informes extraoficiales de la PGJE. Del mismo modo, se supo en la zona del suceso que un grupo de empistolados llegó a la Presidencia Municipal donde realizaron algunos disparos buscando al director, pero al no encontrarlo al parecer amenazaron de muerte a los policías, por lo cual los uniformados huyeron y por ende ahora no hay oficiales municipales vigilando esta municipalidad. Se contradicen Sobre los hechos, el edil de Salvador Escalante, Alejandro Mendoza Olvera, atribuyó lo ocurrido a una riña y agregó que sus policías y paramédicos asistieron a auxiliar a las personas que quedaron lesionadas allí, sin tocar el tema de los tres jóvenes que fueron rematados por empistolados en el poblado de Casas Blancas, dos en una ambulancia y uno en una camioneta. El alcalde también declaró que tiene conocimiento de que comuneros de Paramuén tienen retenidos a tres policías y tres civiles y manifestó que no sabe por qué motivo los tengan privados de su libertad, al tiempo de que agregó que los 50 uniformados con los que cuenta están desarmados, ya que ninguno ha presentado exámenes de control de confianza. En su momento, el subprocurador Regional de Morelia, Marco Vinicio Aguilera Garibay, dijo que el acontecimiento ocurrido en el salón de fiestas Doña Rebe, en Cungo, evidentemente fue una acción perpetrada por la delincuencia, además de señalar que tras el atentado hubo cuatro muertos y solo siete heridos, irónicamente Jesús Reyna declaró que ya había seis muertos de este incidente. |