OCT 122014 Se trata de un base denominada "AMPM", elaborada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, que permite capturar dos tipos de información: ante mórtem (DAM), es decir, datos de personas desaparecidas que proporcionen sus familiares, y post mórtem (DPM), que son de fallecidos sin identificar. Ambas informaciones se contrastarán para encontrar las coincidencias. En entrevista, la subprocuradora de Derechos Humanos de la PGR, Eliana García, afirmó que para este mes habrán capacitado a 60 personas para que apliquen los cuestionarios a los familiares de los desaparecidos. Actualmente no existe a nivel nacional una base de datos completa, sólo hay registros de extraviados, ilocalizables o ausentes, que los estados y el Gobierno federal contabilizan con diferente metodología. Mientras la PGR informó en agosto que tenía registro de 23 mil 322 personas no localizadas, Gobernación reportó 8 mil en mayo, y 16 mil en junio, lo que provocó un reclamo de Amnistía Internacional por la falta de claridad. "Estamos, a partir del año pasado, que se firmó un convenio, trabajando la construcción de una única base de datos de personas desaparecidas, en donde podamos tener todo lo que es el universo de personas que estamos buscando", aseguró Eliana García. La funcionaria explicó que en mayo de 2014, se acordó que todas las procuradurías del País adopten la plataforma informática. A la fecha, ya han firmado convenios con el CICR, además de la PGR, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Estado de México y el Distrito Federal. "Estamos en la meta de que para finales de diciembre ya tengamos el sistema operando", dijo. Expuso que la base de datos ingresará información detallada de las personas desaparecidas, misma que será proporcionada por sus familiares. "Si estamos buscando a una persona cuya orientación sexual es diferente a su sexo, necesitas saberlo y es información que no pide el Ministerio Público, porque la lógica de persecución del delito no es la misma que la búsqueda de personas desaparecidas. "Una gente que mastica mucho chicle tiene una característica especial en los dientes, en una averiguación previa no es información relevante. A la hora que encuentras una pista y preguntas, si la persona masticaba chicle, y te dicen que sí, entonces tienes una pista positiva para seguir", explicó. El cuestionario, ahondó García, recopilará información como el árbol genealógico de la persona desaparecida; las circunstancias de la desaparición; si la persona es migrante; su descripción física; datos sobre tatuajes, cicatrices, lunares o perforaciones; si está circuncidada o no; hábitos como fumar, beber, mascar chicle o consumir droga; la historia médica; implantes; vestimenta y artículos personales, entre otros aspectos. Por otro lado, dijo, desde 2010 se trabaja conforme a un protocolo de tratamiento de identificación forense, información que se subirá a la base de datos. La funcionaria reconoció que en casos como la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto 2010, se cometieron errores por parte de la PGR, como no guardar la ropa que los migrantes llevaban puesta, lo que implicó que sus familiares no creyeran que los restos que se les entregaban, eran efectivamente los de la persona que estaban buscando. Explicó que México no contaba con mecanismos eficientes para la búsqueda de desaparecidos, ni de antropología forense. "Hemos aprendido qué es lo que se hacía mal y cómo se tiene que hacer, porque la verdad no había escuelas. Fue a partir de San Fernando que el tema forense para la PGR se convirtió en un tema de preocupación fundamental, de empezar a tener un trabajo más fortalecido, más sistemático, más científico. Eso no quiere decir que no nos hayamos equivocado", lamentó. |