OCT 112015 Un total de 20 internos del Penal de Alto Impacto, ubicado en el Ejido de Irapeo, en este municipio de Charo, tomaron agua de la llave después de hacer ejercicio en las canchas de dicha prisión, ya que se les hizo fácil beberla sin tener presente que no es líquido potable, por lo cual sufrieron una infección estomacal y fueron atendidos médicamente, sin que la situación pasara a mayores, de acuerdo con la investigación realizada por esta agencia de noticias. El hecho fue el pasado viernes, los prisioneros de inmediato recibieron medicamentos para que mejorara su estado de salud y la ayuda médica que se les brindó, a cada uno, concluyó a las tres de la mañana de este sábado. Asimismo, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desmintió tajantemente la versión manejada en algunos medios de comunicación electrónicos, donde se aseveraba que había existido una "intoxicación" por un supuesto veneno de roedores servido en la comida de los reos e incluso se afirmaba que había un "muerto" a raíz del "suceso". Así pues, en contraste, la dependencia estatal divulgó lo que en realidad pasó: "-Los internos- terminaron de realizar sus actividades deportivas e ingirieron agua de la llave, misma que no es potable, ya que el Cereso de Alto Impacto no cuenta con pozo profundo propio, pues el agua que se suministra viene del penal David Franco Rodríguez, por lo que tuvieron principios de infección estomacal, ésta fue controlada comprando medicamentos varios para atender a la población, terminando hoy -sábado- a las 3:00 horas, sin tener ninguna novedad de relevancia". Trascendió durante el trabajo periodístico que la SSP incluso pidió tomar muestras del agua bebida por los internos para mandarla a analizar al laboratorio, todo con la finalidad de atender el caso puntualmente. |
| Analistas |
 Ignacio Martínez ¡Un muerto más! |
 Alejandro Vázquez Cárdenas Conspiranoicos, la psicología de la desconfianza. |
 Julio Santoyo Cambio climático: creer o saber |
 Jorge Álvarez Banderas ¿Democracia universitaria? UMSNH |
 Alejandro Vázquez Cárdenas Fraudes y medicina |
 Julio Santoyo Realidad mata esperanza |
