OCT 072017 La jornada concluyó con el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, asegurando que impedirá que "cualquier declaración de independencia [de Cataluña] se plasme en algo", en una entrevista publicada en el diario El País. Además, Rajoy apeló al "catalanismo pactista y moderado" a desmarcarse del independentismo radical, en su primera entrevista a un diario después del referéndum de independencia inconstitucional del domingo. En la enorme plaza Colón de Madrid, presidida en su centro por una bandera española de 50 metros, una multitud con banderas españolas, en mástiles o anudadas como pañuelo, coreó lemas como "Cataluña es España, no nos engañan", "Puigdemont, a prisión" -en alusión a Carles Puigdemont, el presidente de la región- y "Con golpistas, no se dialoga". La manifestación fue convocada por la Fundación DENAES, "para la defensa de la Nación Española", cuyo portavoz, Iván Espinosa, explicó que "hemos estado 40 años cediendo terreno al nacionalismo". "A cambio, el patriotismo parecía olvidado, parecía una cosa de extremistas, de otra época", añadió. El nuestro "no es un patriotismo anticatalán, surge en defensa y reacción a un movimiento excluyente". Según la Delegación del Gobierno, 50 mil personas participaron en la manifestación, en la que asomó alguna bandera franquista y abundaron camisetas de la selección española. Rocío Villanueva, una madrileña de 30 años, dijo a la Afp estar ahí para "mostrar la unidad de España". "Me da pena todo lo que está pasando, y me da pena de que los catalanes sientan que necesitan independizarse porque España les ha tratado bien", sostuvo. "Estoy aquí porque no quiero que me pongan un muro de Berlín para ir adonde tengo a mis muertos y mi familia", dijo Octavi Puig, de 62 años, un jubilado catalán que vive en Madrid. |