DIC 192020 La familia de Sandoval Díaz, quien murió asesinado durante la madrugada del viernes, difundió una invitación a sus familiares y amigos para que llegaran a la capilla vestidos de blanco, en rechazo a cualquier tipo de violencia. Su esposa, Lorena, pidió entre sollozos que su muerte ayude a combatir el crimen y se retiró hacia dentro del recinto en avenida México. Desde las ocho y media de la noche comenzaron a llegar a la funeraria sus allegados. Miguel Castro Reynoso y su esposa fueron de los primeros, quienes entraron presurosos sin dirigir palabras a la prensa que llamaba al compañero del velado. Pablo Lemus y Mauricio Navarro pasaron para dar sus condolencias a la familia. Sus padres, Leonel y Sagrario, ingresaron también. Su madre rompió en llanto desde el ingreso y se abrazó con su gente dentro del lugar. Afuera, decenas de coronas poblaban las paredes de la funeraria, a un lado de la fila que se formó para esperar a que los dejaran ingresar, pues pasaban de grupos de diez en diez. Héctor Pizano y Alberto Uribe tuvieron que esperar un poco para entrar. Hacia las nueve de la noche ya había un tumulto fuera del recinto, todos con cubrebocas pero cercanos, compartiendo saludos y abrazos, lamentando la muerte del exgobernador que yacía dentro, en la intimidad con su familia y sus amigos. "El gran tema es que los cárteles no tengan el dinero, la impunidad y la fortaleza que tienen hoy, y lo que primero tienes que atacar es su financiamiento", resumió Ayón, hastiado por las preguntas de los reporteros, sobre la respuesta a la violencia que sorprendió a los jaliscienses este día. |