NOV 272014 México, D.F. a 25 de noviembre de 2014. C. CARLOS NAVARRETE RUÍZ, PRESIDENTE DEL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA P R E S E N T E Sr. Presidente: Desde hace tiempo much@s militantes hemos advertido que el PRD convirtió en costumbres políticas las mismas prácticas antidemocráticas que motivaron nuestra fundación como alternativa, dando la espalda a la esperanza de millones de mexican@s que confiaron en que votar PRD era votar por gobiernos respetuosos de derechos humanos, honestos y con principios de izquierda. Las que suscribimos nos congratulamos de nuestra militancia, profesionalismo, compromiso, amor y entrega con el que nos hemos desempeñado. La crisis brota cruelmente con el horrible crimen contra los jóvenes de la Normal Rural de Ayotzinapa que nos llena de indignación, dolor y vergüenza por haberse dado en gobiernos perredistas. Ante estos sucesos la respuesta del Partido, por decir lo menos, fue evasiva, omisa, conciliadora y con matices políticos enfocados a obtener raja electoral, lejos de responder con los principios y la energía moral que la ignominia del suceso exigía y exige para quienes luchan por la justicia, dignidad y vida buena para todos. La indignación que sentimos se acompaña de coraje y vergüenza por compartir militancia con quienes impulsaron y protegieron a los responsables de este crimen de brutalidad extrema y apoyaron y orientaron las reformas que destruyen y eliminan derechos y riqueza que nos pertenecen. El uso de la política para la ambición personal y no para el servicio es lo que ha sembrado el terreno de lo que ahora vivimos.El abuso de poder y el enriquecimiento personal ya no son conductas reprobables en nuestro PRD, sino por el contrario son sabidas, calladas y compartidas. La lejanía del Partido de las causas populares y de la agenda nacional que clama por justicia, equidad, transparencia, bienestar, salud, educación, alegría, paz y seguridad, nos hace sentirnos en un cascarón que alberga un producto fallido del que ya no queremos ser parte y por ello presentamos nuestra renuncia con carácter de irrevocable. Del Ingeniero Cárdenas aprendimos que la primera lealtad de un militante de izquierda es para con el pueblo en primerísimo lugar; del Che Guevara a sentir en lo más profundo las injusticias cometidas contra cualquiera; y de nuestra propia historia que el deber fundamental es hacer la Patria desde, para, con y por el pueblo. Atentamente Graciela Carmina Andrade García Peláez y Adriana Luna Parra |