MAR 102021 Esta instalación de 511 elementos escultóricos modelados a mano en plastilina epóxica en medidas variables, cada uno como pieza única, aborda la relación entre humanos y otras especies animales, tomando en consideración deidades antiguas, personajes literarios, cinematográficos y caricaturas del siglo XX. En esta pieza, que podría ser un árbol genealógico, de acuerdo con el curador Edgardo Ganado Kim, "Emilio Rangel nos plantea desde un plano simbólico la hibridación cultural y genética que se puede establecer entre un animal, un cartoon y las razas humanas originales. Un camino que nos revela la condición siempre cambiante y en un continuo intercambio de características entre los seres, a partir de su singularidad genética". Emilio Rangel es egresado de la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado La Esmeralda, ha participado en diversas muestras colectivas, en México, Dinamarca y Estados Unidos. Fue beneficiario del Sistema Nacional de Jóvenes Creadores entre 2013 y 2014. Conocido principalmente por sus esculturas en plastilina epóxica, su obra es accesible para cualquier público, ya que tiene una notable referencia al humor en la sociedad contemporánea a partir del reciclaje y consumo de imágenes de la cultura popular, utilizando la caricatura como recurso visual. |