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MAY 102022 En conferencia de prensa ofrecida esta mañana en la Centro de Información, Arte y Cultura (CIAC), la directora e investigadora en vulcanología del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra, precisaron que el fenómeno está siendo investigando, sin embargo, todo indica que se debe a la combustión interna de un suelo rico en carbono y materia orgánica. "La combustión produce un aumento de la temperatura y la exhalación de aire caliente sin producir llamas por la falta de oxígeno en el subsuelo. Esta combustión se propaga hasta consumir la materia orgánica disponible. Los incendios ocurridos en estos días o el periodo de sequía que estamos atravesando pudieron favorecer este fenómeno", explicaron. Asimismo, recomendaron a la población no acercarse a la zona para evitar accidentes o quemaduras, pues este fenómeno produce acumulación de gases tóxicos como dióxido de carbono o metano, además puede favorecer deformaciones en la superficie como fracturas, grietas y hundimientos. Refirieron que no es la primera vez que ocurre este tipo de fenómeno: ha ocurrido también en Lerma, Estado de México; Zona del Valle del Potosí, en Nuevo León; Zacapu, Cuitzeo y en la cuenca de Chapala, en Michoacán. Los volcanes en la zona de Morelia pertenecen al Campo Volcánico Michoacán-Guanajuato, un grupo de más de 1,200 volcanes pequeños de vida corta. Tienen una sola erupción a lo largo de su vida que puede durar de meses a años, y luego se extinguen. Entre ellos está el Parícutin (1943-1952) y el Jorullo (1759-1774), los cuales nos recuerdan que el vulcanismo en esta región es un fenómeno latente que puede ocurrir en un futuro próximo. Sin embargo, todos los volcanes de Morelia están extintos, ya que tuvieron su última actividad hace más de 10,000 años. Los volcanes Quinceo y Tetillas fueron producto de erupciones tranquilas y voluminosas hace 1.36 millones de años y 560 mil años, respectivamente. Finalmente, subrayaron que se descarta la posibilidad de la formación de un nuevo volcán en la zona, pues no se presentan características propias de este fenómeno, como la ocurrencia de sismos constantes, expulsión de gases (dióxido de carbono o dióxido de azufre), material volcánico a altas temperaturas (>900°C), y grandes fracturas en el terreno. |