JUN 072014 Con ello, hemos dado continuidad al diálogo de alto nivel que la Santa Sede y México sostienen desde hace más de dos décadas. Le expresé al Papa que México, como Estado laico, desea mantener una relación armónica y fue un gusto constatar que el Papa Francisco está al tanto de nuestro país, de los desafíos que enfrentamos y el proceso de transformación que estamos viviendo. Finalmente, le compartí al Papa, el deseo de los mexicanos de poder saludarlo en nuestro país, el segundo con mayor número de católicos en el mundo. Él ha aceptado la invitación de venir a México, lo que es, sin duda, motivo de gran alegría. México reconoce la labor que Su Santidad ha emprendido, para renovar la Iglesia Católica, de cara a los desafíos de la actualidad. Celebramos su apertura y disposición para fomentar la práctica de valores universales, como la paz, el respeto y la solidaridad en el mundo. Hago votos, para que la sensibilidad y apertura que el Santo Padre ha mostrado, también se traduzcan en una mayor cercanía y cooperación entre México y la Santa Sede. |