"Acudimos a María en busca de consuelo, fortaleza y esperanza", fueron las palabras que el Papa Benedicto XVI al término del rezo del Angelus Domini.
Además de pedir la tranquilidad para la tierra azteca, también oró para superar la corrupción, criminalidad narcotráfico, la crisis de valores en las familias y la migración forzada.

"En estos tiempos de prueba y dolor, la Virgen ha sido invocada por tantos mártires que a la voz de Viva Cristo Rey y María de Guadalupe han dado testimonio inquebrantable de fidelidad al evangelio y testimonio de la iglesia".

El máximo representante de la iglesia en la Tierra, mencionó en varias ocasiones a la Virgen María de Guadalupe, a la cual rogó durante la homilía para que acompañe y ampare a los mexicanos y latinoamericanos para que Cristo reine sus vidas y les ayude a promover la paz, justicia y solidaridad.