El observatorio de dinámica solar de la Nasa captó este lunes una de las explosiones más espectacular de los últimos años.

La llamarada alcanzó la clase M-1.7 en la escala de Ritcher que los científicos usan para clasificar su potencia, pero no alcanzó la clasificación X, que es la más alta.

La llamarada lanzó una eyección de masa coronal al espacio; sus partículas no llegaron a la Tierra ni golpearon ningún otro planeta del sistema solar.

Los campos magnéticos en la extremidad noreste del Sol entraron en erupción cerca de las 19:00 horas del lunes, lo cual produjo la gran llamarada.

La última gran erupción ocurrió del 8 al 10 de marzo de este año y vertió la suficiente energía a la atmósfera de la Tierra como para abastecer durante dos años una ciudad como Nueva York, en los EU.