Al despedirse del pueblo mexicano, el Papa Benedicto XVI pidió "No dejarse amedrentar por las fuerzas del mal". Ante la presencia del presidente, Felipe Calderón y la señra, Margarita Zavala, el pontífice exhortó a ser "valientes y trabajar para que la savia de sus propias raíces cristianas haga florecer su presente y su futuro".
El máximo jerarca de la iglesia católica señaló que al final de su breve estancia por México "no es el fin de mi afecto y cercanía a un país que llevo muy dentro de mí. Me voy colmado de experiencias inolvidables son tantas atenciones y muestras de afecto recibidas".
Antes de abordar el avión, señaló: ¡adiós¡ en el sentido de la bella expresión tradicional hispana: ¡Queden con Dios¡ Sí, adiós; hasta siempre en el amor de Cristo, en el que todos nos encontramos y nos encontraremos. Que el señor les bendiga y María Santísima les proteja.
Antes de viajar a Cuba, el Papa dio una especial bendición apostólica al pueblo mexicano y al presidente Felipe Calderón en la que señala su deseo de que se consolide la convivencia social por los caminos de la paz, la concordia y la solidaridad.