SEP 272021 Para Rubén Medina Niño, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua), esta política pública no sólo cosechó buenos resultados, sino que también las mujeres y los hombres del campo la adoptaron como una nueva forma de sembrar y cosechar, además de que a través de la asistencia técnica, se elaboraron sustancias acuosas benéficas en favor de sus cultivos y se coadyuvo también en proteger el medio ambiente. Medina Niño resaltó que a lo largo de los últimos dos años y medio se trabajó en 27 mil hectáreas de tierras agrícolas en el estado, las cuales han abarcado 45 cultivos de granos, frutos, hortalizas y flores, con beneficios para más de 10 mil familias de productores, a quienes se les distribuyeron más de 552 mil litros de bio-fertilizante, bio-estimulante y consorcio microbiano. Detalló que estos productos de especialidad fueron elaborados por reconocidos investigadores y académicos de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quienes los produjeron de acuerdo a las necesidades y requerimientos de los suelos agrícolas de la entidad. Desde un inicio, señaló Medina Niño, los productos tuvieron resultados extraordinarios al lograr recuperar la fertilidad y la nutrición de los suelos agrícolas, además de incrementar la productividad de los frutos desde un 40 por ciento hasta un 100 o 200 por ciento, e incluso en algunos casos se logró triplicar la cosecha, como sucedió en casos de maíz y limón. Recordó Rubén Medina que este programa arrancó en 2019 como un programa piloto, pero en poco tiempo se convirtió en una política pública exitosa que ha traspasado fronteras, la cual fue adoptada rápidamente entre las y los michoacanos como una nueva forma de sembrar y cosecha, obteniendo frutos más sanos y de mayor calidad. La inversión durante este lapso de tiempo alcanzó los 77 millones 458 mil 195 pesos en los últimos cinco ciclos agrícolas. |