ENE 162024 A pesar de que hubo ocasiones en el transcurso del partido para ambos conjuntos, todo se acabó decidiendo en el última suspiro. Cyle Larin paró el tiempo y el balón dentro del área rival y remató a la perfección un esférico que venía cabeceado por su compañero, Antonio Sánchez. La pelota tocó las redes de la portería chicharrera literalmente cuando el marcador llegaba al minuto 120 de la prórroga. Se apagaba la ilusión en el Heliodoro Rodríguez López y explotaba de euforia el banquillo del Mallorca. Cosas del fútbol, dulce y cruel al mismo tiempo. |