ABR 162024 Ha sido un adiós cruel a Europa porque nunca sabremos cómo habría acabado la eliminatoria de no haberse producido la expulsión de Araujo. Hasta casi al final, con 1-3 en el marcador, el Barça ha tirado de heroica y ha gozado de buenas ocasiones para hacer el 2-3 que habría llevado el partido a la prórroga. No ha podido ser, pero la afición le ha reconocido el esfuerzo al equipo una vez acabado el partido. Ahora toca un gran Clásico el domingo, y cualquier opción de título en la Liga pasa por una victoria en el Bernabéu. De entrada han quedado claras las intenciones de ambos equipos. El PSG partía con desventaja y ha salido a por todas a por el gol que igualara la eliminatoria, mientras que el Barça ha contemporizado el partido, sin prisa, esperando acontecimientos. El tramo inicial ha recordado al del Parque de los Príncipes, cuando los parisinos también encerraron a los culers durante los primeros compases. Pero como ahí, quien ha golpeado primero ha sido el Barça. De nuevo Raphinha. El 1-0 ha sido del brasileño pero más de la mitad del gol se le podría otorgar a Lamine Yamal, que desde la banda ha dejado atrás a Nuno Mendes y ha servido el gol en bandeja al '11' brasileño, que firmaba su tercer gol en la eliminatoria y el gol 600 del Barça en la Champions League. Las cosas se le habían puesto de cara al Barça. El PSG sólo había amenazado con un remate peligroso de Mbappé que Ter Stegen ha rechazado de forma providencial a córner. Pero el partido y la eliminatoria han cambiado de manera radical en el minuto 27 de partido, cuando Barcola se iba solo hacia la portería de Ter Stegen y Araujo le ha parado con falta -fuera del área- y el árbitro le ha enseñado la roja directa. En acciones así uno se acuerda de la segunda amarilla perdonada en Vitinha en la ida... sobre todo sabiendo lo que pasaría más tarde. La consecuencia de la expulsión de Araujo ha sido un cambio inmediato por parte de Xavi: Iñigo Martínez por Lamine Yamal. Tocaba defender el resultado como fuera, pero ni eso le ha salido bien al Barça, que ha visto cómo el PSG empataba antes del descanso mediante Dembélé. Sí, de nuevo Dembélé, que en dos partidos contra el Barça ha marcado más goles que en el resto del curso. La ley del ex, le llaman. La segunda parte se presentaba como una montaña gigante a escalar para los azulgrana. Y más cuando Vitinha -lo que decíamos- ha firmado el 1-2 con un ajustado disparo al palo desde fuera del área. Imparable para Ter Stegen, al igual que ha sido imparable el penalti ejecutado por Mbappé pocos minutos más tarde, cuando Pedri ha derribado a Dembélé al borde del área. Del 1-1 se había pasado en un santiamén al 1-3, en una secuencia nuevamente similar al partido de la ida. En este caso, sin embargo, motivada por jugar con uno menos desde el minuto 27. La afición culer estaba más que descontenta con la actuación arbitral. La tensión era máxima, e incluso Xavi Hernández y José Ramon de la Fuente, el entrenador de porteros, han visto la roja directa. Con 1-3 en el marcador el Barça necesitaba un gol para forzar la prórroga. Primero ha entrado Ferran por Pedri y, más tarde, João Félix y Fermín por João Cancelo y Frenkie de Jong. Y el gol culer ha estado a punto de llegar. Lewandowski ha probado a Donnarumma en varias ocasiones y Raphinha, en una buena acción individual primero y en un córner que casi se convierte en gol olímpico después, también ha estado cerca. Pero no era el día. Y el PSG ha sentenciado la eliminatoria con otro gol de Mbappé en una jugada en la que Ter Stegen había hecho dos paradas milagrosas previas. Una vez silbado el final, la afición ha querido premiar el esfuerzo de la plantilla. |