JUL 112025 La pasteurización elimina las bacterias dañinas, incluyendo la Brucella, presentes en la leche que no es hervida, causando fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, muscular y articular, entre otros síntomas como sudoración por las noches, dolor de estómago y espalda, pérdida de apetito, cansancio, náuseas, vómito y pérdida de peso. Consumir quesos, lácteos y cremas que sí estén pasteurizados, no solo previene la brucelosis, sino que también se evita la salmonelosis y la listeriosis, esta última, causante de abortos en mujeres embarazadas. Por ello, la Coepris recomienda al comprar quesos frescos, asegurarse que en la envoltura aparezca la leyenda: "Elaborado con leche pasteurizada", no comprar productos si la fecha de caducidad ya expiró y adquirir quesos etiquetados para su venta individual, así se conoce quién lo elaboró y si cumple con las normas de fabricación. Al comprar quesos a granel, solicitar al vendedor que muestre la envoltura con la etiqueta del producto, para verificar que esté pasteurizado. También es importante revisar que el cuchillo esté limpio y no sea el mismo con el que se despachan otros alimentos cárnicos crudos, como chorizos, ya que se puede contaminar el producto. |