
OCT 152012 "Como olla exprés" está el conflicto normalista, ya que después de varias negociaciones frustradas entre el gobierno del estado y los alumnos de las ocho escuelas normales de Michoacán, por fin se han iniciado las movilizaciones policiacas y se augura un posible enfrentamiento entre los rijosos y la autoridad. De esta manera en las escuelas de Tiripetío, Arteaga y Cherán los estudiantes están apostados y preparados "para la batalla", armados con bombas molotov, piedras y palos, así como otros objetos, ya que creen que posiblemente policías federales y estatales lleguen a rescatar a los más de 40 vehículos que tienen secuestrados, entre ellos algunas pipas de gas, las cuales amenazan con hacerlas estallar ante cualquier uso de la fuerza pública en su contra y responsabilizan de ante mano al ejecutivo del estado si es que alguna "tragedia" llegase a ocurrir. Ante el panorama, ya se han movilizado elementos del Grupo de Operaciones Especiales, oficiales del Agrupamiento Femenil, policías estatales y federales, esto en patrullas y autobuses de pasajeros, mismos que se han trasladado a Tiripetío, Arteaga y Cherán. En estas tres escuelas, consideradas las más radicales de la entidad, por los constantes desmanes de sus alumnos, los escolapios colocaron barricadas con piedras, palos y hogueras, así como diversas antorchas entorno a las instalaciones, al parecer para avizorar cualquier ingreso de la Policía, además de utilizar los autobuses secuestrados para bloquear los accesos a los planteles. En Tiripetío está Eugenio Rodríguez, secretario técnico de la Sección XVIII, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quien dijo estar ahí en respaldo a los normalistas y para "atestiguar" cualquier "violación a los derechos humanos" que pueda presentarse en contra de "sus compañeros". De esta forma se vive una tensa calma, tras la cual también se han desplegado paramédicos de Protección Civil Estatal, Bomberos de Morelia y socorristas de otras corporaciones de auxilio, en caso de que ocurran batallas campales. En este tenor, los normalistas han dicho que no liberaran los autobuses que tienen secuestrados, pues señalaron que esta es su única forma de presionar al gobierno para que no se aplique la tan mentada Reforma Curricular. Aparentemente dispuestos a todo, hay más de 500 estudiantes listos para enfrentarse "hasta las últimas consecuencias" con los policías todo por, según ellos, "defender su derecho constitucional a una educación digna". |