FEB 172017 Su nombre es Juan Huerta Olivo, mejor conocido en el medio deportivo como "El Mango", porque durante su vida laboral se desempeñó como árbitro de fútbol llanero; ahora tiene 91 años y está asilado en la Casa de los Abuelos "Miguel Hidalgo", donde es maltratado, según versiones de su hija. La peor vejación sucedió el pasado 22 de octubre de 2016, por la madrugada, cuando "el Mango" grito para que le dieran comida y le cambiaran el pañal, lo cual molestó a sus compañeros asilados y el personal de guardia, a decir de testigos. Debido a que el señor presentó por la mañana golpes en la cara, su hija, María de los Ángeles Huerta, acudió a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), así como la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quienes no han intervenido sobre el tema. En entrevista, Juan Antonio Villalobos, asilado y reportero, contó lo sucedido, lo cual no se puede comprobar porque "casualmente las cámaras durante la noche del incidente no servían", lo cual hasta la fecha no explican las autoridades del DIF Municipal, a quien pertenece la casa de descanso. "Este anciano fue golpeado en su cama, fue el 22 de octubre cuando fue agredido y en la mañana amaneció con golpes en la cara y yo le avisé a su hija del señor, y lo encontró con daños en el rostro y rasguños en la cara", comentó Juan Antonio Villalobos. Cabe destacar que Juan Antonio Villalobos, está consciente de que pueden existir represarías en contra de su estancia, sin embargo, dijo no importarle porque es parte de una comunidad de ancianos, quienes deben ser tratados con dignidad. "Las enfermeras al parecer no se dieron cuenta, cada una de ellas dio una versión diferente; una dijo que el señor había estado muy inquieto y que se había caído de la cama; otra dijo que se había golpeado con el barandal; y hasta el final una trabajadora comentó que uno de los asilados golpeo al Mango". Según Juan Antonio Villalobos, las horas de ayuno que pasan los asilados son muchas, pues a las 6 de la tarde sirven la cena y hasta las 8 de la mañana les dan de desayunar, es decir que pasan 14 horas sin alimento. "Este anciano (Juan Huerta) a veces en la madrugada empieza a gritar que tiene hambre que le den de comer, que le cambien el pañal, principalmente que lo alimenten, porque el alimento de la noche es muy parco para un anciano de 91 años, con una tortilla remojada con frijoles para 14 horas", señaló. |