MAR 282025 Quien ose a cuestionar su capacidad de resiliencia, está abocado a equivocarse una y otra vez. Y así lo ha demostrado Novak Djokovic en esta edición del Miami Open, un torneo en el que aterrizaba después de enlazar su peor racha desde 2018 con tres derrotas consecutivas. Sin embargo, el serbio se clasificó este viernes para la final. El vigente No. 5 del ATP Rankings derrotó en la pista central del Hard Rock Stadium al finalista de la pasada edición Grigor Dimitrov, en la semifinal de más edad en la historia de los ATP Masters 1000 (desde 1990) por 6-2, 6-3, en una hora y diez minutos. "Después de los Juegos Olímpicos, que fue mi título 99, sabía que cada torneo jugaría por los 100. No pude conseguirlo hasta —espero— este domingo", advirtió Djokovic. "Voy a ir con todo. No he cedido un set. Estoy jugando muy buen tenis, como hacía tiempo". Djokovic ha recuperado su versión más competitiva, cuando más lo necesitaba. Después de retirarse en semifinales del Abierto de Australia frente a Alexander Zverev, no encontró la forma de sentirse cómodo en la pista en su regreso en Doha (p. con Berrettini) ni tampoco en Indian Wells (p. con Botic van de Zandschulp). El seis veces campeón, que no participaba en Miami desde 2019, reclama un trono que no conquista desde hace nueve temporadas. Y el próximo domingo intentará convertirse en el jugador con más títulos en el torneo, rompiendo la igualdad que mantiene con Andre Agassi (6). Por ahora, tiene tantas finales como el estadounidense. Ha recuperado la chispa en una quincena en la que no se ha dejado un set por el camino para alcanzar su final No. 60 en territorio ATP Masters 1000, ampliando el dominio que presenta en esta categoría con más títulos (40) y partidos ganados (414). Su victoria más reciente la firmó ante un rival, al que domina por 13-1 en el Lexus ATP. Y eso que Dimitrov amenazó con cambiar el signo del cara a cara, con un amenazador quiebre inicial. Fue un espejismo, porque Djokovic se repuso de inmediato con un break en blanco de vuelta. Y ya no se detuvo. El serbio ganó nueve de los diez juegos siguientes para abrir una brecha imposible de salvar para Dimitrov (6-2, 3-0). "El saque fue sin duda lo más destacado de mi juego", reconoció Djokovic en la entrevista a pie de pista. "Creo que tuve un 83% con primeros servicios en el último partido y pensé que sería difícil superarlo, pero creo que hoy hice 87%. No sé qué decir, he sacado muy bien y espero poder seguir así porque me hace la vida más fácil en la pista". |