JUN 222015 En esta ocasión es en el Instituto de Infraestructura Física y Educativa del Estado de Michoacán (IIFEEM), que tiene la oportunidad de ejecutar el programa del 2014 y 2015 para diferentes obras en municipios, con lo que se pudiera subsanar la crisis que ha padecido la industria michoacana de la construcción. Como portavoz el presidente de la CMIC, Francisco Javier Gallo Palmer, manifestó su inconformidad por el nombramiento de Homero Barocio Suárez, como titular del IIFEEM, pues es el tercer director en un año, proviene del Estado de México y en sólo tres semanas han llegado un mínimo de 30 empresas foráneas para llevarse el trabajo de los michoacanos. "A estas empresas se les dio por asignación directa el 80 por ciento del programa de Escuela Digna y a partir de hoy lunes, entregará a más empresas foráneas el programa de obras por invitación restringida. Queremos saber si Jara conoce el actuar de este funcionario y su falta de compromiso con los michoacanos. Lamento que el estemos viviendo esta época de malinchismo". Gallo Palmer pidió al gobernador que ponga un alto a lo que está sucediendo en la dependencia, pues no se puede seguir permitiendo que el estado sea un botín para los empresarios del Estado de México. También pidió una reunión para establecer un plan de participación de los constructores michoacanos en el programa de obra del IIFEEM. "Sólo 30 empresas llevan 150 millones de pesos, cada contrato lleva un millón y medio, y cada empresa tiene entre tres y seis contratos, ¿qué los michoacanos no tenemos capacidad para operar ese trabajo? Después de que los michoacanos hemos sido leales al estado, quedándonos a trabajar aún con los chantajes del crimen organizado y la crisis económica del estado, no es justo que nos paguen de esta forma". Por último Francisco Javier Gallo Palmer indicó que los empresarios michoacanos están cansados de que el estado siga traicionado a su clase trabajadora, porque son miles de empleos los que se están poniendo en juego por estas acciones, y afirmó que de no ser escuchados con prontitud, podrían radicalizar sus formas de protesta. |