MAR 132014 Policías Militares y elementos de la Policía Federal (PF), encabezados por el Subprocurador Regional de Justicia de Apatzingán, Victorino Porcayo Domínguez, quien laboró en calidad de agente del Ministerio Público, desarmaron la tarde de este miércoles a los hombres de Hipólito Mora Chávez, quienes eran también guardias de las Fuerzas Rurales de esta localidad de Felipe Carrillo Puerto (La Ruana), sin que hubiera detenidos durante dicha acción, la cual cerró su episodio cuando los "derrotados" tomaron cartulinas blancas entre sus manos y las colocaron al aire, mismas en las que se podía leer: "Estamos listos para morir", a manera de protesta por su desarme. Todo comenzó alrededor de las 16:55 horas, cuando al menos una centena de policías militares arribó al rancho Los Palmares, otrora base de Hipólito Mora y donde se resguardaban sus Rurales, inmueble que ya era rodeado por los federales y que terminó de ser completamente blindado con los efectivos castrenses, para que una unidad de las conocidas como Gato del Desierto ingresara a la propiedad, para así comenzar el desarme, que fue coordinado por el licenciado Victorino Porcayo, en presencia del jefe de Tenencia de La Ruana, Ramón Contreras, alias La Mami, a quienes los Rurales responsabilizan si algo malo les llega a ocurrir, así como a Luis Antonio Torres González, apodado Simón El Americano. Con tristeza en sus rostros, la gente de Mora Chávez no se cansaba de repetir: "Ganaron los criminales, ahora sí nos van a masacrar", mientras que los pobladores de La Ruana que aún los apoyaban les gritaban a una sola voz: "No dejen las armas". Sin embargo el desarme era inminente, los Rurales estaban rodeados y disminuidos, condenados al calificativo de "autodefensas salientes", nombre que las mismas autoridades les asignaron cuando hacían la revista del armamento. En total, los incondicionales de Hipólito Mora entregaron 44 armas, de las cuales 25 eran fusiles y 19 eran pistolas, la mayoría calibre .22, .12 y .45 y solamente algunos fusiles AK-47 y AR-15. También los cargadores de estos rifles y de las armas cortas fueron entregados al personal de la Sedena. Mientras esto sucedía, cerca del lugar los opositores de Hipólito observaban todo lo que pasaba; personas que también son simpatizantes de El Americano, quienes eran acompañadas por el alcalde de Buenavista, Luis Torres Chávez. Los hombres de Hipólito no definían aún que harían, varios optaron por regresar a sus casas y otros dijeron que no se marcharían del rancho Los Palmares, pues tienen la esperanza de que regrese su comandante Mora. Asimismo, el párroco de esta población, José Luis Segura Barragán llegó a la zona del desarme y le preguntó a la autoridades si le estaban dando algún tipo de comprobante a la gente de Hipólito cuando ésta entregaba sus armas, lo cual solo provocó el silencio de los representantes del Gobierno, quienes siguieron su actividad, momento en que el sacerdote se salió del sitio visiblemente molesto y al marcharse dijo: "Entonces todo esto es ilegal, porque ni un documento que compruebe que ellos entregaron sus armas les están dando"; también, el cura agregó: "Esto no es justo, porque de un lado están desarmando a unos y a pocos metros de la Federal y del Ejército hay otro grupo armado y con armas de uso exclusivo, pero no creo que esto sea algo malo porque tenemos muy buenas autoridades", finalizó a manera de sarcasmo. |