DIC 232019 En esta temporada de fin de año, los paseantes podrán aprender y disfrutar de espacios como Tupátaro, a cuyo templo se le conoce como la Capilla Sixtina de América, dada su majestuosidad; es una joya que se distingue por su ornamentación dorada al interior del altar, cuenta con imágenes de la Pasión de Cristo y la coronación de la Virgen, construida en el siglo XVI. En la Meseta Purépecha, muchos de los templos están dedicados a Santiago, representado a lomos de su caballo blanco, el mismo color que se atribuye al Dios purépecha de la guerra Curicaueri o a los calzonzin o emperadores. Otras capillas tienen una clara vocación didáctica. En Zacán, la Capilla de la Inmaculada Concepción representa la letanía del Rosario, con ángeles y arcángeles rodeando a la Virgen. La pintura, en tonos azules, es de una sencillez que cautiva. El templo de Cocucho está dedicado a San Bartolomé y su sotocoro se considera una de las obras maestras del arte popular barroco michoacano. Arcángeles, músicos y escenas de acción con Santiago de protagonista sorprenden por su elegancia, en tonos rojizos, blancos y negros. En el Templo de Santiago en Nurío, el sotocoro es de azul profundo con ángeles y músicos. La joya está en la Capilla de Indios, dedicada a la Inmaculada Concepción y profusamente decorada con escenas marianas en brillantes colores. Con el mismo encanto está pintada la Capilla de Santiago en Charapan, con los apóstoles como protagonistas de la bóveda de madera. En un estilo totalmente diferente, se encuentra la Capilla de San Miguel Arcángel en Pomacuarán, con sus ángeles y arcángeles cantando las bienaventuranzas. Los Cielos Historiados de Michoacán, son probablemente el recorrido artístico más conmovedor del Estado, ya que las bóvedas de los templos y capillas muestran la emoción en los pinceles del artista indígena. |