| MAY 092025 Así también, la educación constituye uno de los pilares fundamentales para el desarrollo social, cultural y económico de cualquier entidad federativa. El seguimiento de los indicadores educativos representa una herramienta indispensable para evaluar la efectividad de las políticas públicas implementadas por los distintos órdenes de gobierno, hecho que se vuelve tortuoso e insufrible ante la reiterada negativa de la autoridad educativa a construir indicadores verificables de desempeño del sistema educativo estatal. Sin embargo, a pesar del rechazo del funcionariado a mostrar evidencias del estado que guarda la educación en la entidad, aún persisten ciertas vetas informativas que nos permiten, directa o indirectamente, conocer sobre la percepción y realidad de los servicios educativos en la entidad. Uno de ellos es la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), realizada bienalmente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la cual nos proporciona un diagnóstico valioso sobre la percepción ciudadana respecto a la calidad de los servicios educativos en el país y en la entidad en particular. Esta encuesta, con una metodología rigurosa que incluye un muestreo probabilístico de 46,648 viviendas a nivel nacional y representatividad estatal, permite conocer la opinión de la población michoacana mayor de 18 años sobre diversos aspectos del sistema educativo público en todos sus niveles. Los resultados de la ENCIG 2023, levantada entre noviembre y diciembre de ese año, revelan una realidad preocupante que contrasta significativamente con el discurso oficial y que merece un análisis crítico y propositivo. El presente documento analiza los hallazgos de la ENCIG 2023 para Michoacán, comparándolos con la media nacional y estableciendo un diagnóstico base que permita identificar las áreas de oportunidad más urgentes en el sistema educativo estatal. El análisis abarca tanto la educación básica y media superior como el nivel universitario, exponiendo las brechas existentes en aspectos clave como infraestructura, personal docente, cumplimiento de programas y, especialmente, la ausencia de una evaluación sistemática de los aprendizajes. Veamos los resultados: I. Educación Básica y Media Superior La ENCIG 2023 evaluó diversos aspectos del servicio de educación pública en primaria, secundaria y bachillerato en Michoacán, revelando datos significativos sobre la percepción ciudadana: 1.Las instalaciones fueron evaluadas como limpias y ordenadas por el 79.1% de los michoacanos encuestados, por debajo de la media nacional de 80.8%. 2.En cuanto al personal docente suficiente, el 78.4% de los encuestados se manifestó positivamente, mientras que la media nacional alcanzó un 81.5%. 3.Respecto al personal docente capacitado, solo el 77.5% de los michoacanos expresó conformidad, por debajo del 81% nacional. 4.El 75.3% de los encuestados consideró que la educación recibida brinda acceso al siguiente nivel educativo o la capacidad de conseguir un buen trabajo, inferior al 77.1% de la media nacional. 5.Un aspecto particularmente alarmante es el cumplimiento de temarios, donde apenas el 75% de los michoacanos manifestó acuerdo, situándose 7.5 puntos porcentuales por debajo de la media nacional de 82.5%. 6.En cuanto a instalaciones y mobiliario en buen estado, el 72.7% mostró conformidad, ligeramente por encima de la media nacional del 71%. 7.El cumplimiento de los días de clases fue el aspecto peor evaluado, con apenas un 71.2% de valoraciones positivas, 15.9 puntos por debajo del 87.1% nacional, evidenciando una severa disrupción del calendario escolar. 8.Respecto a salones sin saturación de estudiantes, el 63.6% de los michoacanos los consideraron adecuados, superando la media nacional del 51.8%. 9.Solo el 35.6% de los ciudadanos michoacanos consideró que la educación pública es realmente gratuita, muy por debajo del 46.5% nacional, revelando costos ocultos significativos para las familias. 10.En términos generales, el 71% de los michoacanos se manifestó satisfecho con los servicios educativos de estos niveles, igualando la media nacional. II. Educación Universitaria Pública En el nivel de educación superior, los resultados para Michoacán muestran deficiencias aún más notables: 1.Solo el 72.1% de los michoacanos evaluó positivamente la limpieza y orden de las instalaciones universitarias, significativamente por debajo del 85.9% nacional. 2.El 79.9% consideró suficiente al personal docente, frente al 83.8% de la media nacional. 3.En cuanto a la capacitación del personal docente universitario, el 79.8% expresó conformidad, 8.3 puntos por debajo del 88.1% nacional, representando una brecha significativa. 4.El 78.3% consideró que la educación universitaria brinda acceso a mejores oportunidades laborales o académicas, inferior al 83.1% nacional. 5.El cumplimiento de temarios presentó una evaluación especialmente crítica, con apenas 74.8% de aprobación frente al 86.7% nacional, evidenciando una brecha de 11.9 puntos porcentuales. 6.Las instalaciones y mobiliario en buen estado recibieron solo un 65.9% de conformidad, muy por debajo del 78.5% nacional. 7.El cumplimiento de los días de clases alcanzó un 83.2%, inferior al 86.6% de la media nacional. 8.Apenas el 47.3% consideró que los salones universitarios no están saturados, frente al 55.1% nacional. 9.Sorprendentemente, a pesar de estas deficiencias, el 84.2% de los michoacanos expresó satisfacción general con los servicios universitarios, superando el 81.6% nacional. Después de conocer los resultados de la ENCIG, se puede concluir lo siguiente: 1. Hay una brecha de calidad o excelencia significativa, lacerante y persistente: Los indicadores educativos de Michoacán se sitúan sistemáticamente por debajo de la media nacional en la mayoría de los aspectos evaluados, evidenciando una brecha estructural que requiere atención urgente por parte de las autoridades educativas estatales, ya que la población se manifiesta abiertamente más insatisfecha que el promedio nacional. 2. Crisis en el cumplimiento curricular: El bajo porcentaje de cumplimiento de temarios (75% en educación básica/media y 74.8% en universitaria) representa uno de los problemas más graves, pues compromete directamente los aprendizajes esperados y la formación integral de los estudiantes michoacanos. Lo anterior, por supuesto, puede exacerbarse con la transición inacabada hacia la aplicación y apropiación del modelo educativo vigente, denominado Nueva Escuela Mexicana, del cual se sabe que no ha recibido la suficiente inversión pública ni atención para generar condiciones propicias para la formación continua y actualización del magisterio nacional, para la distribución pertinente y universal de los materiales educativos, ni apoyo a los docentes para la realización de los programas analíticos, situados en la realidad de cada comunidad educativa. 3. Deficiencia en el calendario escolar: El cumplimiento de los días de clase en educación básica y media superior presenta una alarmante desviación negativa de 15.9 puntos porcentuales respecto a la media nacional, lo que implica una pérdida significativa de tiempo efectivo para dedicarse al aprendizaje. Esto implica que, el discurso oficial que enfatiza la vivencia de ciclos escolares completos en la entidad federativa no es aceptado como verdadero por la ciudadanía, a pesar de los ingentes y millonarios esfuerzos comunicativos del régimen en el estado. 4. Falsa gratuidad educativa: Solo uno de cada tres michoacanos (35.6%) considera que la educación pública es realmente gratuita, lo que revela costos adicionales que afectan principalmente a las familias de menores recursos y contradicen el principio constitucional de gratuidad educativa. 5. Infraestructura deficiente: La percepción sobre instalaciones y mobiliario muestra carencias significativas, particularmente en el nivel universitario, donde solo el 65.9% de los encuestados expresó conformidad, 12.6 puntos por debajo de la media nacional. 6. Contradicción entre percepción general y específica: Existe una notoria discrepancia entre la satisfacción general expresada (71% en básica/media y 84.2% en universitaria) y las evaluaciones específicas de cada componente del servicio educativo, lo que sugiere una normalización de las deficiencias o expectativas reducidas por parte de la población. 7. Ausencia crítica de evaluación de aprendizajes: La ENCIG no contempla la evaluación de los aprendizajes como indicador de calidad ni de excelencia educativa, lo que representa una omisión fundamental que impide conocer el impacto real de las deficiencias señaladas en los resultados educativos de los estudiantes michoacanos. Mucho menos aún, se construyen y aplican evaluaciones universales diagnósticas o formativas para cada niña, niño y joven en la entidad federativa. 8. Brecha de formación continua y actualización docente: La percepción sobre la preparación del personal docente muestra deficiencias significativas, particularmente en el nivel universitario, donde la brecha con la media nacional alcanza 8.3 puntos porcentuales. Lo anterior es materia para justificar mayores esfuerzos institucionales al respecto. 9. Desconexión entre discurso y realidad: Como ya se ha mencionado, los resultados de la ENCIG 2023 contradicen frontalmente el discurso oficial sobre la completitud de los ciclos escolares y la calidad de los servicios educativos en Michoacán, evidenciando una preocupante distancia entre las declaraciones institucionales y la percepción ciudadana. 10. Insuficiencia en la vinculación laboral: La percepción sobre la capacidad de la educación para facilitar el acceso al siguiente nivel educativo o conseguir un buen empleo muestra valores inferiores a la media nacional en todos los niveles, lo que cuestiona la pertinencia y relevancia de la oferta educativa estatal. En suma, los resultados de la ENCIG 2023 para Michoacán constituyen un llamado urgente a la acción para todos los actores involucrados en el sistema educativo estatal. Es imperativo implementar un sistema integral de evaluación de los aprendizajes que permita conocer con precisión el impacto real de las deficiencias señaladas en esta encuesta. La ausencia de mecanismos efectivos para evaluar los aprendizajes representa la principal carencia del sistema educativo michoacano, pues sin datos confiables sobre lo que realmente están aprendiendo los estudiantes, resulta imposible diseñar intervenciones focalizadas y eficaces. Esta omisión no es casual: refleja una resistencia sistemática a la rendición de cuentas y a enfrentar la realidad educativa de la entidad. Los resultados esperados, de continuarse así, son desoladores: rezago educativo, analfabetismo, abandono escolar, migración, violencia, inseguridad, delincuencia organizada, desplazamientos forzados, pobreza, marginación, entre otros flagelos. Por ello, no hay tiempo que perder, con base en lo que señala la ENCIG 2023, es momento de exigir a las autoridades educativas estatales y federales: 1. Establecer un sistema independiente de evaluación de aprendizajes para Michoacán, con indicadores claros y comparables a nivel nacional e internacional. 2. Garantizar el cumplimiento efectivo del calendario escolar y los programas de estudio en todos los niveles educativos. 3. Incrementar la inversión en infraestructura educativa, equipamiento, conectividad y espacios dignos para resolver las deficiencias señaladas por la ciudadanía. 4. Implementar programas intensivos de formación continua y actualización docentes, desde educación básica y hasta nivel universitario. 5. Eliminar los costos ocultos que contradicen el principio de gratuidad de la educación pública. La excelencia educativa no puede seguir siendo rehén de discursos oficialistas que ignoran la realidad. La sociedad michoacana merece un sistema educativo que prepare efectivamente a sus niños, adolescentes y jóvenes para los retos del futuro. La ENCIG 2023 nos ofrece un diagnóstico claro de la percepción ciudadana de los servicios educativos en la entidad; ahora corresponde actuar con determinación y compromiso para transformar la realidad educativa de nuestro estado. Es momento de que las autoridades dejen de evadir su responsabilidad y enfrenten la verdad incómoda, que la ciudadanía les reprocha en los resultados de esta encuesta: sin una evaluación rigurosa de los aprendizajes, cualquier reforma o programa educativo carece de brújula y destino. La educación michoacana necesita datos, transparencia y rendición de cuentas, no más retórica sin soporte en evidencias. Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles *Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C Visita nuestro portal electrónico oficial: www.mexicanosprimeromichoacan.org |