MAR 092020 "La pregunta no es quién va a dejarme, la pregunta es quién va a detenerme", la frase de la escritora Ayn Rand, define claramente lo que está sucediendo en México, en los países de Latinoamérica y en el mundo ante la ola de movimientos feministas, como desde los 70' no se había visto, movimientos sociales que reflejan que la violencia genera más violencia, la voz acallada cuando el padrastro violento a su hermana, cuando el uber le desvió de su destino, o el ascenso fue para un hombre con menores calificaciones, es ahí cuando la contención se desploma, resuena y se iracunda en las calles, junto a otras no se siente sola. El Día Internacional de la Mujer, es un momento histórico este 2020, nos lleva a la reflexión, respecto a qué actitud tomar, cuando los números hablan por sí mismos, las mujeres somos el 51.4% de la población según el último censo del INEGI, al día asesinan a 10 mujeres por razones de género; 6 de cada 10 mujeres en México, sufren algún tipo de violencia, la sensación de miedo al salir fuera de casa aumentó desde el 2016 a un 84.6%, 2 de cada 3 han sufrido ya violencia de género; las mujeres cubren el 77.5 horas de labores domésticas no remuneradas y realizan semanalmente de 28 a 44 horas de trabajos no remunerados. El aborto libre ha sido la voz de muchas jóvenes organizadas en este último tiempo, marchas enérgicas en contra de los millones de feminicidios y violaciones que han ensangrentados el país; feministas radicales o mujeres tradicionales, como la sociedad nos divide y etiqueta, somos cuestionadas en nuestro actuar; lo cierto es que ya no somos indiferentes ante lo que pasan millones de niñas y mujeres en este país, cuando su voz no es escuchada por miedo, por dinero, o por cultura. Hoy la sororidad se hace presente, cuando las mujeres por redes, discurso u organización, actuamos ante el dolor de nuestras hermanas que han sido atacadas, sin embargo la politización de un tema tan noble llega lamentablemente a dividirnos, si marchamos como un acto tradicional, o si al contrario haremos paro en nuestras labores para que se viva un día sin nosotras. Marcha y Para, mujer, amiga, hermana, muévete y manifiéstate, que hoy nadie nos detiene, no tengas miedo a la crítica o la represión, de tu pareja, tu familia o tu jefe; sé tan segura contigo misma como cuando portas tu jeans favoritos. Porque la marcha o el paro empiezan desde el interior, una voz surge de tu alma con un rotundo basta, que te permitirá romper con la violencia en casa, en el trabajo de ese jefe que te acosa o denigra profesionalmente, marcha junto a otras que saben que es por todas, o para si con ello podrán reconocerte. Habla y Escribe, porque en cada una de nosotras vive una feminista, radical, liberal, o mesurada, ya perdí la cuenta de cuantos feminismos hay, sin embargo estoy segura que dentro de ti habita una mujer con mucho por compartir a otros. Habla y escribe en redes sociales, en tu blog, con tu familia, amigos en la escuela, aprovecha el discurso oficial de tu empresa para hacer sensibles más consciencias el tema de género, porque las palabras resuenan en el corazón, deja huella en una hoja, que a otra mujer le libere a contar su propia historia, escribe con pasión líneas de inspiración y valentía, porque la palabra y las letras traspasan fronteras y tu voz resonará en murallas paradigmáticas, escribe y habla con la misma pasión con la que amas, es tan desbordante que sabes que contagia. Solidarízate y sororidad, si eres hombre o mujer la causa es de todos, el respeto y la tolerancia son pilares en una sociedad; seamos sensibles ante el dolor de quien ha sufrido abuso o no pudo regresar a casa, denuncia, extiende tu mano a quien lo necesite, critiquemos menos cuando el escenario se pinta de morado o naranja; y actuemos más, no por bandera electoral, por política o vano discurso, que las mujeres que puedas promover en la empresa sean tan valoradas, como las que se quedan en casa cuidando de sus hijos, si tu esposa asciende tu asciendes con ella. Si eres mujer no mires con competencia, porque cuando una gana ganamos todas, si te toca abrir la puerta en la función pública, no la cierres a las que vienen. Por las que ya no están, por las que se quedaron en el camino, por las que vendrán por las que aún no nacen, por las muertas de Juárez, por Ingrid, por todas, marcha, para, habla, ama, vive, sueña, trabaja, auténticamente solo como una mujer sabe hacerlo, sin límites, sin ataduras, adentro en casa y afuera en el mundo, ¡¡libre mujer? siempre libre!! |