JUL 082021 La ponencia estuvo a cargo de la psicóloga Tatiana Mejía Galván, quien definió las emociones como estados afectivos, reacciones subjetivas al entorno que mueve a las personas por dentro, además de que tienen una función adaptativa, que se manifiesta con cambios físicos como dolor en alguna parte del cuerpo. Indicó que existen cinco tipos de emociones básicas: alegría, calma, miedo, tristeza y enojo, estados de ánimo con los que contactamos durante la mayor parte del día y afloran de acuerdo a las circunstancias por las que atravesamos. Destacó que la inestabilidad emocional es una alteración mental que se caracteriza por la notable variación en los estados emocionales, en donde intervienen dos tipos de situaciones vivenciales, que suelen ser emociones propias o que están ligadas a la familia o al entorno social, como es el caso de la pandemia que ha azotado las vidas de todos. En el contexto familiar es importante cumplir necesidades de protección, afecto y seguridad, tomando en cuenta que aprendemos cómo sentimos con respecto a nosotros mismos y cómo los demás responden a nuestras conductas emocionales. Por ello, es importante educar emocionalmente a nuestros hijos, mediante el desarrollo de competencias emocionales que faciliten sus procesos afectivos hacia la vida adulta con equilibrio y satisfacción. Manifestó que es importante tomar en cuenta tres aspectos: conocerse, regulación emocional y empatía. El primero tiene que ver con la capacidad de comprender las emociones; así la regulación emocional es la capacidad para expresar de una manera productiva lo que sentimos y la empatía es la capacidad para escuchar a los demás y sentir algo similar respecto a sus emociones. |