
AGO 092012 El traslado de reos federales, que estaban presos en cárceles estatales o locales, a Ceferesos de distintas partes del país, si bien cumplió con los acuerdos realizados por la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), en julio del año pasado, en Chihuahua, también trajo otros problemas. En ese momento, dentro de la Convención Nacional de Seguridad Pública, de la Conago, los gobernadores de toda la República le pidieron al gobierno federal que trasladara a sus Ceferesos a los reos federales, debido a que los estados no tenían ni los recursos económicos ni la infraestructura necesaria para tener este tipo de reclusos. Sin embargo, esto ha generado otro tipo de conflictos, uno de ellos que las familias de los internos tengan que viajar de un estado a otro para poder visitarlos, siendo que a veces no tienen dinero ni para trasladarse en su propia entidad. Otro es que los abogados de estas personas tengan que salir para realizar diversos trámites legales para la defensa de sus clientes, lo cual implica constantes gastos y por ende estos se ven reflejados en los bolsillos de los parientes de los detenidos. Uno más es que los "primodelincuentes", que por ejemplo, estén involucrados en un caso de narcomenudeo, siendo capturados con pocas dosis de enervantes, en vez de ser recluidos en un Cereso local serán enviados lejos del estado, con todas sus consecuencias. Pero uno de los inconvenientes más peligrosos, es la desaparición de policías que son comisionados para realizar este tipo de traslados, pues de un lugar a otro cambia el dominio de los grupos delictivos, quienes pueden llegar a confundir a los agentes con sus "rivales", debido a las placas que usan en sus vehículos, o los propios cárteles podrían hacer hasta lo imposible porque sus aliados no sean llevados a cárceles en otras partes del país. Una de estas situaciones ya se presentó en Michoacán, donde a partir de julio del presente año se comenzaron a aplicar este tipo de traslados. El 31 de julio de los corrientes, dos oficiales de la Policía Federal Ministerial, antes AFI, adscritos al Centro de Operaciones Estratégicas, (COE), fueron asignados para realizar un traslado de reos federales a Guadalajara para ingresarlos al penal de Puente Grande; Sin embargo, a su regreso a Morelia desaparecieron, cuando circulaban por la Autopista de Occidente en una camioneta Chevrolet, Cheyenne, 2011, con placas MZ49448, de Michoacán. Estos dos agentes federales eran Oscar Alvino García y Sergio Vargas Álvarez, de quienes hasta el momento se desconoce su paradero, mismos que la última vez que sus superiores tuvieron comunicación con ellos a través de un radio de comunicación, fue el mismo 31 de julio a las 23:00 horas, según pudo conocer este medio. Asimismo, otro de los problemas que podría conllevar el traslado de reos federales, es el posible amotinamiento en los penales, pues como ya se dijo, de un estado a otro cambian los grupos del crimen que operan, estos por ende dominarán en cantidad en el Cefereso en el que estén recluidos y podrían tratar de eliminar a sus "enemigos", que sean encerrados en la misma cárcel. Igualmente, se supo que los internos federales están siendo recluidos en Ceferesos de Jalisco, Nayarit, Veracruz, Estado de México, Tamaulipas y Coahuila; el principal motivo de la Conago para solicitar estos traslados fue la falta de presupuesto para operar los penales estatales, ya que mantener a cada interno federal les costaba a los estados 150 pesos diarios, mismos que los ejecutivos estatales manifestaron no tener. |