AGO 112013 Según publica el diario "Oriental Morning Post", sólo en una parada del suburbano, la de Xingzhong, en la línea 9, se pudo contar hasta 400 personas que, sentadas en los pasillos de acceso al andén, pasan ahí gran parte del día, lejos del calor que en la superficie es capaz de freír carne en el pavimento, como han comprobado varios canales televisivos locales. Sentados en cartones y esteras, los shanghaineses que han optado por esta solución son en su mayoría trabajadores que pasan allí sus descansos para comer o cenar, o personas de extracción humilde que no tienen aire acondicionado en sus casas, señaló la web de actualidad y tendencias "Shanghaiist". "Muchos vienen para disfrutar de las bajas temperaturas, y con tal de que se mantenga el orden no haremos nada para evitarlo", señaló un portavoz del metro shanghainés, quien subrayó que se pide a los nuevos "habitantes" del suburbano que no fumen, coman o jueguen a las cartas en los túneles. No es la primera ciudad china que recurre al subsuelo para huir del calor: en la cercana Nankín, una de las localidades más calurosas del país, todos los veranos se abren al público los antiguos refugios nucleares que se construyeron en los tiempos de la Guerra Fría, para que los nankineses disfruten de su frescor. Desde el mes de julio, el este de China no ha bajado de los 35 grados centígrados, y en una localidad de la región los termómetros han llegado a marcar 43 grados, el verano más caluroso en la zona desde que se comenzaron a registrar datos meteorológicos hace 140 años. Diez personas han fallecido en Shanghái, 15 en la vecina provincia de Zhejiang y seis en otras divisiones administrativas a causa de golpes de calor, una cifra que es tres o cuatro veces mayor que la de otras temporadas. |