| ENE 282025 El periodismo panfletario, también conocido como faccioso, se caracteriza por ser parcial, subjetivo y, en muchos casos, agresivo en su narrativa. Este tipo de periodismo no busca informar, sino manipular a la opinión pública en favor de un grupo, partido político o gobierno. Los titulares sensacionalistas, la omisión de datos contrarios a su línea editorial y la distorsión de los hechos son prácticas comunes. Todo es manipulable utilizando un adecuado sesgo, medias verdades o mentiras completas. Históricamente, ha sido utilizado por regímenes autoritarios y partidos políticos en busca de influir en la percepción pública y justificar sus acciones. El periodismo militante va más allá del panfletarismo al asumir de manera abierta y consciente una postura ideológica o política. Este tipo de periodismo busca promover activamente una causa o movimiento. Si bien puede tener una justificación al dar voz a sectores marginados también corre el riesgo de caer en el sesgo extremo, sacrificando la imparcialidad y la credibilidad. El periodismo militante no oculta su postura ideológica. Por ejemplo, medios históricos como "L'Humanité", vinculado al Partido Comunista Francés, o "National Review" en Estados Unidos, que defiende el conservadurismo, son ejemplos claros de cómo los medios pueden alinearse abiertamente con una causa. Por contraste, el periodismo serio se fundamenta en la búsqueda de la verdad. Su compromiso es con los hechos, no con intereses particulares. Este tipo de periodismo privilegia la verificación de datos, la investigación rigurosa y la pluralidad de opiniones. El periodismo serio reconoce la responsabilidad social de informar a los ciudadanos de manera transparente, permitiéndoles formar sus propias opiniones basadas en hechos comprobables y con textos bien elaborados. De todo lo anterior surge obligadamente una pregunta ¿Qué o quien impulsa al periodismo panfletario? Existen diversas razones por las cuales un grupo, partido político o gobierno decide apoyar y promover al periodismo panfletario, por cierto un buen ejemplo lo tenemos en México con un faccioso diario en formato tabloide. Van razones: Control de la narrativa: Gobiernos autoritarios o partidos en el poder suelen financiar o apoyar a medios facciosos para imponer una versión única de los hechos. Deslegitimación de la oposición: Utilizar el periodismo panfletario para desacreditar a los críticos o disidentes es una estrategia común en contextos polarizados. Manipulación de la opinión pública: Crear una realidad alternativa a través de noticias manipuladas o falsas permite moldear la percepción ciudadana según intereses específicos. Dentro de las diferencias entre periodismo panfletario y periodismo serio destacan: Rigor en la verificación de hechos: Los medios serios presentan fuentes verificables y datos contrastados. Los panfletarios suelen basarse en rumores o información parcial. Pluralidad de opiniones: El periodismo serio ofrece espacio para diversas perspectivas, mientras que el panfletario promueve solo una. Lenguaje y tono: Los titulares sensacionalistas, el lenguaje polarizador y los adjetivos descalificativos son características del periodismo faccioso. Transparencia editorial: Los medios serios explican claramente su línea editorial y distinguen entre opinión e información. Los panfletarios tienden a mezclar ambos. Ejemplos Mundiales de medios panfletarios: Fox News (Estados Unidos): Su parcialidad hacia el Partido Republicano es extrema. Russia Today (RT) (Rusia): Básicamente es una herramienta propagandística del gobierno ruso. Sputnik Mundo. Medio de propaganda rusa. No confiable. Dentro de los medios francamente militantes tenemos: L'Humanité (Francia): Históricamente vinculado al comunismo. Breitbart News (Estados Unidos): Conocido por su apoyo a la ultraderecha. Reflexión Final. El periodismo tiene el poder de orientar y fortalecer democracias, pero también puede ser una herramienta peligrosa en manos de quienes buscan manipular. Por ello se debe desarrollar un pensamiento crítico que nos permita distinguir entre los medios serios y aquellos que buscan servirse de la opinión pública para fines particulares. Es cuanto. Alejandro Vázquez Cárdenas |