MAY 072018 Ante la presencia de la secretaria de Cultura de Michoacán, Silvia Figueroa Zamudio; Luis Jaime Cortez, quien brindó unas palabras sobre la obra, expresó: "Leemos a los poetas porque somos sensibles a cómo suenan las palabras y ahí donde hay sonoridades que tiene sentido por sí mismas, vamos como van ciertos animales a la miel". Cortez Méndez añadió que el texto es producto de una editorial local y que hoy, "tener la osadía de hacer editoriales es una especie de locura y una tradición en Morelia, en donde las pequeñas editoriales han salvado a la cultura de la ciudad y del estado", por lo que le pareció loable que siga existiendo la valentía. También se refirió al género del bestiario como un trabajo cultivado desde la más lejana antigüedad; un género que ha tenido representantes del más alto nivel, entonces no es sencillo meterse con ese género que está relacionado también con los animalarios. Recordó el libro tiene varias secciones: los animales del agua, del polvo, del cielo y en esa clasificación habla de los animales de la intimidad, y luego de la ponzoña y el veneno, que puede no ser una pócima mortal sino muchas otras cosas sutiles. Luis Jaime Cortez explicó que también estaban los animales de la paciencia, del canto y el cielo secreto, los animales del horizonte, y un pequeño cementerio; un conjunto de epitafios para animales, de los cuales eligió a "Un loro que habló" para ofrecer su lectura. El músico compositor, pianista, historiador e investigador musical dijo que en el libro hay una sección llamada "Notas" que son poemas por sí mismos y están modestamente coleccionados como prosas entre ellos "Rinoceronte". Por su parte previo a dar lectura a algunas de sus obras, entre ellas "El alacrán, la gota de sangre y la negra mariposa", y "Lobo no se fue de viaje", Neftalí Coria agradeció a los presentes el apoyo brindado para la realización del evento, y se manifestó sorprendido de que Marco Antonio Campos, a quien admira como poeta y traductor, deseara leerlo y comentarlo. Campos a su vez, habló sobre la predilección que Borges sentía por la música de Brahms, mencionó que Fernando del Paso escribía oyendo música y consideró que fue Paul Valéry quien estudió el misterio de la música con la poesía, "encontrándose con grandes fronteras". El vate expresó que cuando se habla de animales, bestias e insectos, se piensa inmediatamente en las fábulas, y que las pequeñas editoriales en poesía son las grandes editoriales. Al referirse a la obra de Coria, expresó: "Neftalí tiene la lupa del observador estudia para poetizar arácnidos, insectos, moluscos, libélulas. En el libro hay poemas en verso y en prosa y obras que me parecieron una delicia, entre ellas ?Topo' y ?Pájaros hacia el Poniente' o ?El gato montés', entre algunas otras". |