MAR 012022 Se ha comentado que los toritos de petate fueron representaciones traídas por la población africana que llegó en la época de la Colonia y que la religión católica utilizó para la evangelización de los pobladores originarios de México. También se ha dicho que la danza en el Carnaval surge como una sátira hacia los españoles, porque en las corridas de toros los pobladores originarios no participaban; así, una manera de ridiculizar tal actitud fue la representación de los toritos de petate, construidos con jaras y cubiertos con pieles, capas y petates, de ahí su nombre. Los toritos salían del domingo al martes como un preludio a la Semana Santa. El martes fue considerado el Día del Carnaval, momento breve de libertad en que el hombre se liberaba de todo lo mundano y que terminaba el día miércoles, justo cuando comenzaba la reflexión con el rito del Miércoles de Ceniza. En la representación, el toro simboliza la maldad y lo mundano; y los personajes de la comparsa eran el caporal, que personificaba a San José, la maringuía, que tomaba forma de la Virgen María, y el caballito, que encarnaba al niño Jesús. Los tres luchaban contra el toro, es decir, contra la maldad del mundo. |